Categoría: Coronavirus

  • La eficacia de la Sputnik V es superior al 95%, según otro análisis preliminar

    Este martes el Centro Gamaleya de Rusia y el Fondo de Inversión Directa de Rusia (RDIF) anunciaron que La eficacia de la vacuna Sputnik V es superior al 95% a los 21 días de la segunda dosis, en base a un segundo análisis intermedio del ensayo clínico de fase 3, en tanto que confirmaron que su valor será de menos de 10 dólares por dosis.

    La evaluación de la eficacia se llevó a cabo entre 18.794 voluntarios 28 días después de recibir la primera dosis (7 días después de la segunda dosis) de la vacuna o placebo sobre la base de 39 casos confirmados de coronavirus, de los cuales 31 se dieron en quienes habían recibido placebo y 8 en los inoculados con la vacuna.

    Como la relación entre el grupo placebo y el grupo vacunado es de 1 a 3, sobre esa cantidad de casos, la Sputnik V demuestra una eficacia del 91,4% siete días después de la segunda dosis.

    No obstante, “los datos preliminares sobre los voluntarios en el día 42 después de la primera dosis (equivalente a 21 días después de la segunda dosis), cuando ya han formado una respuesta inmune estable, indican que la tasa de eficacia de la vacuna está por encima del 95%”, informó el Centro Gamaleya en el comunicado.

    “Esta eficacia es el resultado del uso de dos adenovirus diferentes que se administra cada uno en una de las dosis, lo que aumenta la respuesta inmune“, explicó esta mañana en una conferencia de prensa con medios internacionales Denis Logunov, vicedirector del Gamaleya y quien está a cargo del equipo de desarrollo de la vacuna.

    En este sentido, añadió que “este análisis preliminar es el segundo que hacemos en base al protocolo que se había establecido, el siguiente será cuando se lleguen a los 78 casos de coronavirus; no obstante estimamos que el porcentaje de eficacia no bajará ni subirá demasiado”.

    Durante la conferencia virtual, Logunov señaló que “durante este tiempo no registramos efectos adversos graves, sí tuvimos algunos efectos como febrícula o dolor en el lugar de la inyección en un 30 y un 40% de los participantes”.

    Por su parte, Kirill Dmitriev, director general del Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF) -también presente en la conferencia-, confirmó que “el precio de la vacuna será inferior a 10 dólares por dosis, lo que implica menos de 20 dólares por esquema, una cifra que es casi la mitad de los precios anunciados por las otras vacunas que tuvieron indicadores similares en sus resultados preliminares de fase 3″.

    “No sólo queríamos hacer una vacuna eficaz, sino también nos propusimos hacer que sea accesible”, aseguró.

    Dmitriev ratificó, además, la elaboración de la vacuna en forma liofilizada (seca), que permite su almacenamiento a una temperatura de +2 a +8 grados Celsius, lo que facilita la distribución.

    “A diferencia de otras vacunas que necesitan condiciones como el ultrafrío para conservarse, la nuestra estará disponible en forma seca lo que será de gran utilidad para muchos países”, describió.

    En relación a la producción, el director del RDIF sostuvo que “ya hemos realizado la transferencia de tecnología a India, China y Corea”, e indicó que “próximamente se realizará a Brasil y otros países con los que garantizaremos la producción prevista”.

    Con respecto al momento en que llegarían las vacunas a los países que la solicitaron, Dmitriev detalló que “las dosis estarán disponibles en enero con los países con los que ya venimos cerrando los acuerdos y en marzo para el resto”.

    La vacuna rusa es una sobre las que están avanzadas las conversaciones del Gobierno argentino para su adquisición, al tiempo que también fue sellado ya un acuerdo con la farmacéutica AstraZeneca, y mantiene negociaciones negociaciones con Pfizer, Janssen y Sinopharm.

    Logunov indicó por su parte que “los resultados de estos primeros análisis de la fase 3 estarán listos en inglés para ser publicados en diciembre en una prestigiosa revista científica”. Los resultados de los ensayos clínicos de Fase I y Fase II fueron publicados el pasado 4 de septiembre en The Lancet.

    Hasta el 24 de noviembre, más de 22.000 voluntarios fueron vacunados con la primera dosis y más de 1.900 voluntarios con la primera y la segunda dosis de la vacuna en 29 centros médicos en Rusia como parte de los ensayos clínicos en curso que aspiran a llegar a 20 mil participantes.

    Actualmente, los ensayos clínicos de fase III están aprobados y están en curso en Bielorrusia, los Emiratos Árabes Unidos, Venezuela y otros países, así como la fase II-III en la India.

    La Sputnik V es una vacuna que utiliza una tecnología que se llama “vector viral no replicante”; los vectores son virus que no tienen capacidad de reproducirse en el organismo (y por tanto son inocuos) y se utilizan para transportar material genético del virus del que se quiere inmunizar.

    A diferencia de otras que utilizan esta tecnología, esta vacuna es la única que utiliza dos adenovirus (virus que causan gripe común) humanos como vectores, uno diferente en cada dosis que se dan intramuscularmente con diferencia de 21 días.

    “La seguridad de las vacunas basadas en adenovirus humanos se ha confirmado en más de 75 publicaciones internacionales y más de 250 ensayos clínicos realizados durante las últimas dos décadas, mientras que la historia del uso de adenovirus humanos en el desarrollo de vacunas comenzó en 1953”, describió el comunicado.

    Asimismo, señaló que “los vectores de adenovirus están modificados genéticamente para que no se puedan reproducir en el cuerpo humano. Cuando se usa la vacuna Sputnik V, el coronavirus en sí no ingresa al cuerpo, ya que la vacuna solo contiene información genética sobre parte de su capa de proteína externa (proteína 

    espiga). Esto elimina por completo la posibilidad de infectarse como resultado de la vacunación y, al mismo tiempo, provoca la respuesta inmune estable del cuerpo”.

  • Dengue y Covid 19: semejanzas y diferencias de dos enfermedades de gran compromiso social

    El Gobierno nacional lanzó la campaña nacional para el abordaje integral del dengue, que contará como pilares estratégicos con medidas específicas y articuladas con las jurisdicciones para la prevención durante todo el año, la contención frente a los primeros casos y el control de los brotes. Al respecto y sobre las similitudes entre los síntomas del dengue y el Covid 19 opinó Osvaldo F. Teglia, profesor adjunto de la materia Enfermedades Infecciosas en la Facultad de Ciencias Biomédicas de la Universidad Austral.

    Al comienzo de la enfermedad, el dengue y Covid 19 se manifiestan de una forma similar. Debutan con fiebre y dolores musculares. En casos severos, el dengue puede causar hemorragias, y Covid 19 compromiso pulmonar de jerarquía. En las dos pueden presentarse fallas de múltiples órganos. Otro paralelismo es no poseer tratamiento específico y albergar esperanzas en una solución definitiva por intermedio de la vacunación universal. También les es común, que se esté solicitando un gran compromiso a la población para tratar de mitigar su propagación.

    La primera epidemia mundial de dengue data de 1780 y fue trascendental en su expansión el comercio a través de barcos a vela entre puertos tropicales, rol que ocuparon los aviones con el Covid 19.

    Las personas se infectan de Dengue a través de la picadura de mosquitos de la especie Aedes Aegypti hembra. Estas se reproducen depositando sus huevos en cualquier charco de agua limpia, que sirve al desarrollo de nuevos mosquitos. Las condiciones climáticas de temperaturas cálidas estivales explican la existencia de brotes y más casos durante esta estación. La naturaleza de ciertas ciudades latinoamericanas parece decisiva en la propagación del Dengue por el aumento de una urbanización desorganizada con áreas de saneamiento deficiente.

    Distinto al dengue, el nuevo coronavirus es altamente contagioso y se transmite por el aire. De una manera no tan eficaz a través de macrogotas expulsadas desde un enfermo al toser, estornudar y también por gotitas más pequeñas capaces de alcanzar distancias mayores y permanecer más tiempo en el aire, incluso hasta horas.

    Parece un desafío para el verano amalgamar recomendaciones ambientales que unifiquen el control de ambos microorganismos. La intensidad de las actividades al aire libre favorece la transmisión del dengue y a la población se le aconseja al respecto el uso de repelentes y se le indica que los ámbitos cerrados con mosquiteros o aire acondicionado son seguros.

    Dentro de las claves para el control de Covid 19 se encuentra el distanciamiento social, además de priorizarse la estancia al aire libre sin aglomeración de personas. Se debe tener especial cuidado con reuniones en el hogar, salones de fiestas, aconsejándose el uso de ventilación natural con ventanas abiertas; para traer así aire fresco y limpio exterior que disminuya las concentraciones contaminantes potenciales de SARS Cov 2. Prácticas éstas que parecen contrapuestas a aquellas destinadas al control del dengue.

    Si bien las dos enfermedades pueden afectar cualquier persona, la vulnerabilidad social parece contribuir con el dengue, así como la edad mayor a 60 años y ciertas enfermedades intercurrentes son factores de riesgo para Covid 19.

    La población debe tomar conciencia de que las conductas preventivas parecen ser la única barrera para asegurarnos poder mantenernos saludables frente a estas enfermedades, siendo indispensable la responsabilidad y participación activa. La salud es un bien de todos, y como tal debemos hacer el máximo esfuerzo como comunidad para preservarlo, debiendo tener presente que las acciones que llevamos adelante para prevenir el contagio, cumplen también la función social de no contagiar a nuestros semejantes.

  • Payamédicos: un real complemento a la salud emocional de las personas aún en tiempos de pandemia

    En la Argentina, Payamédicos es la Asociación Civil sin fines de lucro fundada en 2002 por el doctor José Pellucchi (médico psiquiatra, actor y payaso teatral); esta herramienta terapéutica que se ha centrado en la investigación relacionada, desarrollando e implementando una formación específica para los más de 7000 payamédicos existentes, creando una variante del payaso teatral especializada y no solo circunscripta al ambiente hospitalario, con los conocimientos indispensables para el desenvolvimiento escénico en un espacio tan delicado y crítico como lo es el hospital, los espacios sociales y la interacción con otras instituciones.

    Fabio Abalsamo, payamédico y formador en Payamédicos Asociación Civil explica como la actividad del payamédico resulta de gran importancia por su labor para mitigar lo traumático de los procesos, tanto de internación, como de situaciones del cotidiano vivir.

    Es por ello que dada la situación de pandemia y lejos de estar inactivos, Payamédicos sigue trabajando con las intervenciones de manera virtual ante los distintos requerimientos de las distintas instituciones y profundizando y ampliando el desarrollo pedagógico y de investigación aportando a la comunidad un acompañamiento con las campañas de prevención y hábitos saludables.

    Dentro de las disciplinas complementarias que se sumaron a los retos de la situación de hospitalización en tiempos de pandemia, fue saber adecuar perfectamente el arte al espacio de la virtualidad, junto a las exigencias de bioseguridad de los distintos dispositivos que se utilizan y el compromiso de “Ser” como si estuvieran de manera presencial.

    Actualmente, los cursos teórico-científicos dictados por la Asociación Civil Payamédicos (llamados “payamedicina”) sumaron futuros payamédicos, aguardando el momento mas conveniente para volver a la presencialidad y los cursos de payateatralidad.

    En tiempos donde los encuentros virtuales son la forma de vincularnos de manera segura y conveniente, respetando las disposiciones sanitarias que limitan el traslado y movimiento entre ciudades, localidades y provincias, se hen podido fortalecer y profundizar los encuentros con todos los payamédicos del país y Chile, ya que la tecnología permite una forma de acercamiento para consolidar políticas federales del desarrollo de la actividad haciendo de Payamédicos un real complemento a la salud emocional de las personas y de los equipos de salud en todos los hospitales y las instituciones educativas que los han convocado para acompañar las distintas aulas virtuales con las nuevas campañas.

  • COVID-19 y estado nutricional

    El estado nutricional de los pacientes presenta un papel fundamental en el desenlace de diferentes enfermedades infecciosas. Se sabe que el sistema inmunológico se ve muy afectado por la malnutrición, lo que conlleva una disminución de las respuestas inmunológicas y con ello, el consiguiente incremento del riesgo de infección y de la gravedad de la enfermedad. La composición corporal, especialmente una baja masa magra y una adiposidad alta, se ha vinculado de forma importante con el empeoramiento del pronóstico en muchas enfermedades.

    Un artículo publicado en Advances in Nutrition sobre la enfermedad del coronavirus, la COVID-2019 y el estado nutricional describe la evidencia sobre el impacto del estado nutricional en relación con las infecciones virales. Principalmente se expone el papel del estado nutricional y la COVID-19, desde el enfoque de la obesidad y la desnutrición (malnutrición por defecto). Por otra parte, se muestra la relación entre el envejecimiento, la nutrición y la COVID-19, dando especialmente importancia a su asociación con la sarcopenia. La sarcopenia es una enfermedad progresiva y generalizada del músculo esquelético, caracterizada por una disminución de la fuerza muscular, de la masa muscular y finalmente del rendimiento físico

    Las modificaciones en los hábitos alimenticios y en los factores relacionados con los estilos de vida, debido a la cuarentena y a el aislamiento social, puede conducir a un deterioro del estado nutricional. La obesidad y la comorbilidad relacionada están asociadas con alteraciones fisiológicas que predisponen a una mayor susceptibilidad a la infección, de la patogenicidad y de la transmisión por la COVID-19. Se recomienda que los profesionales sanitarios aconsejen a las personas mejorar su estilo de vida para disminuir los riesgos tanto de la actual como en las siguientes olas por la COVID-19.

    Los hábitos saludables son importantes no sólo para asegurar una respuesta inmunológica óptima, sino para prevenir y tratar la desnutrición, la obesidad y la comorbilidad relacionadas con la COVID-19. La población debe recibir un asesoramiento sobre el impacto del estado nutricional en los resultados relacionados con la COVID-19. La nutrición debe considerarse en las políticas de salud destinadas a disminuir el impacto de la COVID-19.

  • Siete meses de aislamiento: lo que pudimos detectar a tiempo pero el coronavirus lo demoró

    Distintas sociedades médicas lanzaron la Campaña de Concientización de Patologías Crónicas y Agudas en Pandemia, para transmitir la importancia de no discontinuar los tratamientos de enfermedades crónicas durante la pandemia y fundamentalmente mantener el contacto con el especialista de cabecera de manera virtual.

    El Dr. Marcos Marín, vicepresidente de la Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial remarcó la importancia de las estadísticas en momentos como estos. Durante los primeros tres meses de Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio, en la Argentina, las consultas médicas disminuyeron más de un 30%. Ahora, con más de siete meses de cuarentena, ese porcentaje debió haberse multiplicado y hasta quizá comenzado a disminuir frente al retorno suave a la nueva normalidad.

    Un grupo de Sociedades Médicas de la Argentina se han manifestado en este último tiempo, preocupados ante esta estadística e impulsando diversas campañas de concientización tendientes a que la sociedad en su conjunto (y sobre todo aquellos que tienen enfermedades crónicas y agudas) retome las consultas médicas y continúen llevando adelante los tratamientos de sus patologías para tratar a tiempo y antes de que ya sea tarde.

    Partiendo de la base que los pacientes con factores de riesgo controlados tienen un mejor pronóstico en caso de contagiarse coronavirus, es importante destacar que aquellos que tengan patologías crónicas y agudas como por ejemplo hipertensos, coronarios, diabéticos, enfermos pulmonares crónicos o con enfermedades de índole venoso o linfático mantengan al día sus controles y la toma de medicación además de una alimentación saludable y actividad física reglada. Es fundamental entonces mantener la adherencia al tratamiento para evitar complicaciones.

    Por otra parte, hoy la tecnología se convierte en un aliado indiscutible que permite quebrar la barrera de la presencialidad y mantener el vínculo médico-paciente. Actualmente existen diferentes herramientas tecnológicas que colaboran con la atención y el diagnóstico precoz, como las videollamadas, tele consultas, diferentes plataformas como el skype, zoom y otras. las aplicaciones En este sentido, se crea una nueva consulta, donde si el paciente esta muñido, por ejemplo, de un tensiómetro automático, se puede corroborar la presión arterial, la frecuencia cardíaca, incentivar al auto monitoreo de la presión y ajustar los tratamientos. Esta nueva experiencia permitió observar el típico fenómeno de guardapolvo blanco del consultorio en un fenómeno de alerta de teleconsulta.

    Por otro lado, la Cámara de Senadores de la Nación aprobó por unanimidad, y envió a Diputados, el proyecto de ley que busca la regulación de la prestación de los servicios de salud mediante el uso de nuevas tecnologías, conocido como “telemedicina”. Este avance es muy importante como estrategia sanitaria, mayor acceso al sistema de salud y finalmente una mejoría en el control de las enfermedades.

    Hoy los centros de salud de todo el país están organizados de manera tal que las consultas por Covid 19 se atienden en un área, mientras que el resto de las especialidades se atienden en otro sector, incluyendo consultorios. En esta línea, debe transmitirse tranquilidad al paciente que, de ser necesaria la consulta presencial, no se lo expondrá directamente a focos de contagio sino todo lo contrario, estas áreas son cuidadosamente protegidas, con los protocolos necesarios, para tratar cuestiones no asociadas al coronavirus.

    Es importante destacar que el miedo no debe ser un impedimento para descuidar nuestra salud. Sin embargo, al virus hay que enfrentarlo con responsabilidad y tomando todas precauciones necesarias para evitar el contagio.

  • El uso excesivo de geles hidroalcohólicos puede provocar lesiones en la piel

    La Academia Española de Dermatología y Venereología advierte que el alcohol de los hidrogeles puede eliminar la barrera protectora de la piel y, así, favorecer la aparición de problemas dermatológicos. Por ello, se recomienda priorizar el lavado de manos con agua y jabón ante los geles hidroalcohólicos.

    Frente a la pandemia del COVID-19, las mascarillas y los geles hidroalcohólicos se han convertido en indispensable de la vida diaria de las personas.

    Estas normas, afirman los sanitarios, son totalmente necesarias para eludir contagios del virus. Sin embargo, bien por el abuso de hidrogeles o por una propensión genética a ciertos problemas dermatológicos, los expertos aseguran haber notado un aumento exponencial en casos de dermatitis en niños y alteraciones como el acné en adolescentes.

    Lo que estamos detectando en la consulta es que cada vez más padres preguntan por acné, dermatitis (también denominado eccema) u otras alteraciones cutáneas que están sufriendo sus hijos”, explica el doctor Raúl de Lucas, coordinador del Grupo de Dermatología de la Academia Española de Dermatología y Venereología.

    Hidratarse con alcohol: error

    Según advierte este médico, hay personas que, incluso, utilizan los geles hidroalcohólicos como cremas hidratantes y, precisamente, estos geles actúan de forma contraria.

    Como su propio nombre indica, contienen una base alcohólica que reseca la piel. Su uso descontrolado puede llegar a eliminar el manto lipídico de la piel (lubricante natural de la piel creada por el sebo de los poros y el sudor) y exponerla a lesiones inflamatorias“.

    Por esta razón, los dermatólogos recomiendan priorizar el lavado de manos con agua y jabón antes que usar un hidrogel.

    Además -añade el doctor- cuando se deba utilizar un gel hidroalcohólico, deberá ser sin perfumes, con el objetivo de minimizar el riesgo de reacciones de fotosensibilidad que se pueden dar con más facilidad con la presencia de algunos aromas y esencias“.

    Asimismo, el coordinador del Grupo de Dermatología Pediátrica recuerda que el uso de este tipo de compuestos alcohólicos o el constante lavado de manos demanda una mayor hidratación.

    Es crucial mantener una hidratación adecuada, sobre todo ahora que nos estamos lavando mucho más frecuentemente las manos”, previene.

    Si ya ha aparecido una lesión inflamatoria dermatológica, el doctor Raúl de Lucas recomienda aplicar tratamientos tópicos para que el eccema no se cronifique y evitar usar cremas hidratantes ya que aumenta la comezón de la piel.

    Sin maquillaje y cremas más ligeras

    El uso durante horas de la mascarilla también ha propiciado la aparición de problemas dermatológicos, como la rosácea, la urticaria (picazón) por presión o la dermatitis de contacto o por fricción, señalan los especialistas, pero el acné ha sido el protagonista de los últimos meses en consulta.

    Con la nariz y la boca tapadas, el vapor de la respiración queda atrapado entre la tela de la mascarilla y la cara. Esto acumula el vapor que se genera con la respiración y favorece un ambiente propicio para los gérmenes de la piel. Por esta razón se produce una inflamación de las glándulas sebáceas y el cierre de los poros.

    Ante estos problemas, los dermatólogos aconsejan evitar el uso de maquillaje, ya que genera más oclusión de los poros, además de lavarse la cara con agua templada y usar limpiadores suaves no jabonosos sin fragancias.

    Es fundamental mantener una correcta hidratación, para evitar lesiones cutáneas por fricción, así como adaptar el tipo de crema. Ahora que las pieles se vuelven más grasas debido a la oclusión que genera la mascarilla, hay que optar por cremas más ligeras”, apunta el Dr. De Luca.

    No obstante, si los problemas de la piel persisten, conviene recurrir al dermatólogo para realizar un diagnóstico adecuado, así como un tratamiento específico.

  • Covid-19 y diabetes

    Durante el encuentro anual de la Asociación Europea para el Estudio de Diabetes se presentó evidencia del impacto que el nuevo coronavirus tiene en las personas con diabetes. En la Argentina, esta enfermedad es la comorbilidad más frecuente en fallecidos por Covid-19 menores de 60 años.

    La enfermedad por Covid 19 fue definida como pandemia por la Organización Mundial de la Salud el 11 de marzo del 2020. En un largo semestre, la medicina está aprendiendo sobre la marcha.

    En nuestro país se hace cada vez más difícil hacer respetar el aislamiento social, que es lo más concreto que tenemos en prevenir contagios. Las personas con afecciones médicas preexistentes como la diabetes, han mostrado ser más vulnerables a la infección por Covid, y por ello se las incluye entre los grupos de riesgo.

    Reportes epidemiológicos internacionales arrojan que en la población general, el 85% de los que se infecten serán asintomáticos o con síntomas leves y el 15% desarrollaran enfermedad y la tercera parte de ellos formas graves.

    Por otro lado, en la práctica médica personal estamos viendo aparición de diabetes en el contexto de enfermarse por Covid, lo que sugiere su agresión directa al páncreas por mecanismos que se están dilucidando.

    La revista The Lancet Diabetes & Endocrinology publicó en su ultima edición una encuesta realizada en Reino Unido, que reportó que el 30% de las muertes debidas al Covid, ocurrió en personas con diabetes y los niveles altos de glucosa en sangre se asociaron a malos resultados. Aquellos con diabetes tipo 1 tenían un riesgo de muerte casi tres veces mayor y aquellas con diabetes tipo 2 casi dos veces mayor de evolución fatal. Datos similares fueron aportados en el congreso europeo de diabetes en septiembre.

    En nuestro país, la revista Argentina de Salud Pública, en su edición del 4 de agosto y en base a los primeros 116.974 casos presentó que la hipertensión arterial fue la comorbilidad más informada en casos confirmados de Covid (15,8%) y en fallecidos de más de 60 años (58,7%) .Mientras que, en fallecidos menores a los 60 años, la comorbilidad más frecuente fue la diabetes. Tres de cada diez (29,9%) de los muertos “jóvenes” por Covid tenían esta enfermedad.

    Cuando las personas con diabetes desarrollan enfermedad por Covid, se vio mejor pronóstico en aquellos que tenían valores satisfactorios y estables de glucosa en sangre.

    El 12,7 % de las personas mayores de 18 años en Argentina tiene diabetes. Ante esto, desde el ámbito laboral, tanto público como privado, es imperativo respetar las pautas legislativas vigentes, garantizar en idénticos ámbitos la oportuna provisión de medicamentos e insumos.

    Sabemos que un mejor estado metabólico minimiza que la infección se convierta en enfermedad por Covid 19 y que en caso de enfermarse tenga mejor evolución. Un desafío para la persona y la sociedad que la contiene.

    Algunas recomendaciones especiales para las personas con diabetes que se plasmaron en las consideraciones la Task force de desastres de la Federación Internacional de diabetes para Sur y Centro América: cumplir estrictamente las recomendaciones médicas, que incluyen saber cuando concurrir a instituciones hospitalarias o convocar a servicios de salud; asegurarse de tener, a tiempo, suficientes medicamentos e insumos; estar conectados con asociaciones dedicadas al cuidado de la diabetes y personas con idéntica condición ante demoras o problemas logísticos en la provisión habitual; tener a mano productos azucarados para afrontar hipoglucemias; estar atentos y acatar las recomendaciones que emanen de las autoridades competentes.

  • La infodemia no se detiene

    Un estudio reveló que el 82% de las personas en el mundo se informan por redes sociales sobre COVID-19. Se pueden detectar más de 3 mil millones de mensajes y más de 100 mil millones de publicaciones que utilizan #covid19, #coronavirus y otras etiquetas similares

    La Organización Mundial de la Salud creó el término Infodemia para describir la propagación de la desinformación sobre el virus de COVID-19. Informarse a través de redes sociales ha impedido a muchas personas, encontrar recursos fiables y obtener noticias claras.

    La expansión veloz  de la información y sus peligrosas consecuencias, unieron al concierto internacional de entidades en acciones puntuales. Por ejemplo, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Ministerio de Tecnologías de la Información y Comunicación (Mitic) de Paraguay lanzaron la iniciativa Chake Fake News. Lo mismo ocurrió con El Centro de Información de las Naciones Unidas para México (CINU) y el Sistema Público de Radiodifusión (SPR) del Estado Mexicano quienes firmaron una alianza para frenar la propagación de noticias falsas dando vida a un sello de verificación.

    Se pudo observar que las palabras más usadas en términos de salud mental en todos los ámbitos de la ciencia, tanto en organismos internacionales como a los médicos a cargo de la atención primaria son aislamiento, desconocimiento, estrés, ansiedad y depresión. De hecho, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en una rueda de prensa virtual destacó que la pandemia del COVID-19 causó una “crisis de salud mental” sin precedentes en todo el continente americano.

    En Latinoamérica, donde las enfermedades mentales ya eran “una epidemia silenciosa”, algunas personas se han visto especialmente afectadas. “La pandemia de COVID-19 ha provocado una crisis de salud mental en nuestra región a una escala que nunca antes habíamos visto”, dijo Carissa Etienne, directora de la OPS, oficina regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

    Encuestas en Estados Unidos, Brasil y México muestran que aproximadamente la mitad de los adultos están estresados por la emergencia sanitaria. Esto ha incrementado el consumo de drogas y alcohol, exacerbando en algunos casos los problemas de salud mental. 

    Las redes sociales pueden provocar una sobrecarga de información errónea o confusa, lo que a su vez puede provocar problemas de salud mental. La OMS señaló que la identificación de los factores subyacentes del miedo, la ansiedad y el estigma que alimentan la desinformación y los rumores, se da especialmente a través de las redes sociales.

    Un equipo liderado por Junling Gao del Instituto de Comunicación de Salud de Fudan de Shanghai, China, decidió trabajar sobre la inmersión en redes sociales en búsqueda de datos sobre el virus.

    El presente estudio tuvo como objetivo describir la prevalencia y distribución de dos trastornos mentales principales: ansiedad y depresión, y examinar sus asociaciones con la exposición a las redes sociales mediante una evaluación rápida durante el brote de COVID-19.

    Fueron 4827 los participantes con una edad promedio de 32, 67,7% eran mujeres y 47,9% tenían entre 21 y 30 años. El 62,2% contaban con educación universitaria, más de la mitad de ellos estaban casados. Solo el 5,2% de ellos eran trabajadores de la salud. La mayoría de ellos reportaron una salud “excelente” (43,9%) o “muy buena” (45,6%).

    Los análisis encontraron que la proporción de trastornos frecuentes entre los hombres (78,4%) fue menor que entre las mujeres (83,8%), la proporción más frecuente se registró entre los jóvenes (-30 años). La prevalencia de depresión fue del 48,3% y las probabilidades eran mayores entre los que tenían entre 21 y 30 años. Y la prevalencia de ansiedad fue del 22,6%, en tanto la combinación de depresión y ansiedad fue del 19,4%. El estudio demostró que las probabilidades ajustadas de depresión son mayores entre los de 31 a 40 años. Las probabilidades de depresión entre los participantes solteros fue menor que entre los casados.

    Los especialistas indicaron que “las redes sociales son uno de los principales canales que actualizan la información de COVID-19. El 82,0% de los participantes se exponen con frecuencia a las redes sociales, y percibieron altas probabilidades de ansiedad, lo que es consistente con estudios previos. Puede haber dos razones que expliquen la asociación entre los espacios digitales y la salud mental. Durante el brote de COVID-19, la desinformación y los informes falsos sobre el virus han bombardeado la web y han avivado temores infundados entre muchos internautas, que pueden confundir a las personas y dañar su salud mental”.

    Independientemente de la transmisión de información, muchos ciudadanos expresaron sus sentimientos negativos, como miedo, preocupación, nerviosismo, ansiedad en las redes sociales, que las transformaron en una especie de canal de “contagio” de salud mental.

    “Nuestros hallazgos interpelan a los gobiernos para lograr transmisión más eficiente y empática de las novedades, además de instar a acrecentar los servicios de salud mental a través de varios canales que incluyen línea directa, consulta en línea, curso en línea y consulta ambulatoria, pero se debe prestar más atención a la depresión y la ansiedad. La siguiente implicación es combatir la ‘infodemia’ monitoreando y filtrando información falsa y promoviendo información precisa a través de colaboraciones transversales”.

  • La mortalidad por infarto de miocardio se duplica durante la pandemia

    La Asociación de Cardiología Intervencionista de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) publicó el estudio “Impacto de la COVID-19 en el tratamiento del infarto agudo de miocardio con elevación en el segmento ST. La experiencia española”, un registro que compara los datos de esta patología durante la pandemia respecto a los datos de 2019. El aumento de la mortalidad hospitalaria o la escasa combinación COVID-infarto son algunas de las conclusiones extraídas

    En el estudio se detectó una reducción en el tratamiento del infarto del 40 % en la primera semana de la pandemia, respecto a la semana previa al inicio de la crisis sanitaria (del 24 de febrero al 1 de marzo).

    Los expertos señalan que el miedo a un posible contagio al acudir al hospital durante el período álgido de la expansión del virus es lo que explicaría ese descenso.

    El registro compara los procedimientos, resultados hospitalarios y características de los pacientes. Para ello, han contado con la colaboración de 75 hospitales españoles. Se dividió a los pacientes en dos cohortes (grupos), según se les hubiera tratado antes o después de la pandemia. En el primero se incluyeron a personas tratadas desde el 1 de abril al 30 de abril de 2019. El segundo, a los pacientes atendidos entre el 16 de marzo y el 14 de abril de 2020.

    El doctor Oriol Rodríguez Leor, cárdiólogo de la Unidad de Hemodinámica y Cardiología Intervencionista y primer firmante del estudio, afirma que la COVID-19 ha tenido un gran impacto sobre la mortalidad aguda por infarto. “La mortalidad hospitalaria por esta causa prácticamente se ha doblado durante la pandemia frente al periodo previo”, sentencia.

    Este trabajo también señala un aumento del tiempo de isquemia, es decir, los minutos que transcurren desde que se inician los síntomas hasta la primera asistencia médica.

    Antes de la COVID-19 ese tiempo era de 200 minutos y durante la crisis sanitaria aumentó hasta los 233. “El tiempo de evolución del infarto determina el pronóstico tanto en términos de mortalidad aguda y a largo plazo como en términos de desarrollo de otras complicaciones”, indica Rodríguez Leor.

    El estudio de la SEC también refleja una disminución del número de pacientes con sospecha de infarto. Sin embargo, estos parámetros son más moderados que los resultados objetivados en el inicio del registro durante las primeras semanas de la pandemia.

    “Inicialmente observamos una reducción del 40 % que, posteriormente y con datos que se ampliaron a más semanas de la pandemia, se sitúo en un 28 % menos de pacientes con síntomas compatibles con infarto que no fueron asistidos”, afirma el cardiólogo.

    En cuanto a la forma de tratar a los pacientes con infarto no hubo diferencias. Más del 94 % fueron tratados con angioplastia primaria, tratamiento de elección del infarto agudo de miocardio.

    El registro también analizó datos relevantes respecto a la combinación infección por SARS-CoV-2 e infarto. El doctor Rodríguez Leor apunta que “solo el 6,2 % de los pacientes atendidos por infarto presentaban infección confirmada por el nuevo coronavirus”.

  • La diabetes mal controlada es un factor de riesgo frente al coronavirus

    Investigadores del Conicet de La Plata aseguraron que la diabetes y sus complicaciones son agravantes de la infección de coronavirus y por lo tanto, convierten en población de riesgo a quienes la padecen. 

    Los expertos advirtieron sobre la importancia de controlar esa patología. “Primero hay que entender precisamente por qué afecta al pulmón más que a otros órganos”, dijo Juan José Gagliardino, investigador del Conicet. También apuntó, “para entrar al organismo, el virus necesita “colarse” por los receptores de las células. Esa sería su puerta de entrada, y en el caso del coronavirus lo hace por la misma vía de ingreso que utiliza una enzima que participa en la regulación de la presión arterial, llamada angiotensina 2. El pulmón es un órgano muy rico en ella, y por eso es la mejor oportunidad para acceder y empezar a actuar”, desarrolló Gagliardino.

    La experiencia de la pandemia ha demostrado que las personas más susceptibles de contagio pueden tener diversas características pero presentan como condición común una disminución del sistema inmunitario. Las causas del debilitamiento de este pueden ser varias, entre ellas se destacan el envejecimiento, las enfermedades malignas, las patologías que afectan al corazón y los vasos sanguíneos, como son el accidente cerebro vascular o el infarto de miocardio, entre otros. 

    Puntualmente, sobre la diabetes, Gagliardino señaló que “es una enfermedad cuya prevalencia en nuestro país aumenta permanentemente” y graficó que entre 2005 y 2018, “la frecuencia de personas afectadas aumentó un 51 por ciento en población adulta, mientras que la obesidad subió un 74 por ciento”. 

    También detalló que existen dos tipos de diabetes: tipo 1 (DT1) y tipo 2 (DT2), pero “hay otra forma común y generalmente ignorada: la diabetes mal controlada, es decir la DT1 o la DT2 que no logra un equilibrio adecuado de su metabolismo, con glucemias que no alcanzan los valores esperados. Esta es la que realmente debe preocuparnos en relación al Covid-19 y el desarrollo de complicaciones cardiovasculares que tanto riesgo suponen”, enfatizó el investigador, y señaló que “esto significa que las personas con diabetes que controlan bien su enfermedad, mantienen niveles casi normales de glucosa y otros indicadores metabólicos como peso corporal, grasas en sangre y presión arterial, tienen igual posibilidad de aquellas sin diabetes de contraer coronavirus u otra patología infectocontagiosa”.

    Por último, Gagliardino subrayó la importancia de llevar un plan de alimentación saludable, practicar actividad física de manera regular y utilizar cuidadosamente la medicación prescripta como la mejor fórmula para cuidarse.