Categoría: El Trabajo en la Salud

  • La salud pública como camino hacia la salud universal

    La cobertura universal de salud se ha incluido en los nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenible adoptados por las Naciones Unidas. Al respecto opinó Enrique Pérez Gutiérrez, representante en Argentina de la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS).

    El desafío global impuesto por la pandemia de Covid 19 durante este año, requiere una nueva forma de ver la salud para realmente valorarla como derecho humano fundamental. La experiencia sin precedentes que vive el mundo entero la convierte también en una prioridad que debe comprometer a todos los sectores, en todo momento, y no solo en este tiempo tan crítico.

    Ante esta situación particular, el Día de la Salud Universal 2020 que se festejó el pasado 12 de Diciembre constituye una nueva oportunidad para seguir enfatizando sobre la importancia de asegurar que todas las personas, en todas partes, tengan acceso a servicios de salud de calidad, cuando y donde lo necesiten, sin exponerlos a dificultades económicas y con intervenciones que les permitan tener una vida sana para su desarrollo y bienestar humano.

    Para lograrlo, hoy más que nunca es fundamental sostener el compromiso con la salud pública de calidad. Por tal motivo, la Organización Panamericana de la Salud/ Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) ha estado trabajando junto a los países miembros en actualizar y adecuar las funciones esenciales de salud pública (FESP) a las nuevas demandas de este tiempo. Dichas funciones son un conjunto de acciones y capacidades destinadas a proteger y mejorar la salud de toda la población. Surgieron del consenso de los países de la región de las Américas en el año 2000, a partir de una iniciativa que los convocó en torno a la construcción de un concepto común de salud pública, sus funciones básicas y un método para evaluarlas y fortalecerlas. Con posterioridad muchos países actualizaron las mediciones a nivel nacional o territorial, incluyendo a la Argentina entre ellos.

    Estas estrategias han tenido gran relevancia frente a las reformas sectoriales que, hacia fines del siglo veinte, redujeron el rol rector en salud de los estados. Dichos procesos de transformación se caracterizaron por limitarse a la expansión de mecanismos de aseguramiento y financiamiento de los servicios de salud, consecuentemente, debilitando las funciones de salud pública.

    En estos últimos 20 años las funciones esenciales de salud pública han sido un componente fundamental de la agenda regional para apoyar el fortalecimiento de la capacidad de los estados en tres áreas: la mejora de la práctica de la salud pública con foco en la atención primaria; el desarrollo de las capacidades en infraestructura en salud pública, y; el fortalecimiento del rol rector de la autoridad sanitaria nacional.

    Después de dos décadas de esta línea de trabajo, nuevas condiciones económicas, sociales, políticas y epidemiológicas justifican la necesidad de actualizar algunas dimensiones conceptuales del abordaje de las FESP, como así también su aplicación metodológica y práctica. Todo este esfuerzo regional se está plasmando en una serie de lineamientos que recuperan, reconceptualizan y fortalecen su implementación, considerando las nuevas condiciones de salud de la población y sus determinantes sociales.

    Reforzar y renovar estas funciones esenciales de salud pública de cara a los nuevos desafíos es una forma de avanzar hacia el fortalecimiento de los sistemas de salud que propicien el acceso universal, oportuno y efectivo de la población. Porque hoy, más que nunca, se nos impone proteger la salud de todas las personas sin ningún tipo de distinción. Solo así será posible un futuro más seguro, solidario, saludable y accesible.

  • Obesidad y microbiota

    Cuatro de cada 10 personas en el mundo tiene sobrepeso u obesidad, una cifra que va en aumento año tras año. Esta enfermedad, relacionada estrechamente con diversas patologías metabólicas, como la diabetes tipo 2, ocasiona un gran impacto sobre los sistemas de salud pública y unos cuatro millones de muertes anuales. Y por el momento no existen tratamientos realmente efectivos para combatirla.

    En este sentido, investigadores del Institut d’Investigació Sanitària Pere Virgili (IISPV) vinculados al hospital universitario de Tarragona Joan XXIII estudian si una molécula producida por la microbiota intestinal, llamada succinato, podría estar implicada en la obesidad. “Necesitamos comprender mejor por qué se produce esta enfermedad, porque solo así podremos dar con soluciones y diseñar mejores fármacos”, afirma Sonia Fernández, al frente del grupo de investigación Diamet (IISPV) que forma parte del Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBERDEM), del Instituto de Salud Carlos III.

    Para ello, desde hace seis años investigan el papel que desempeña el succinato una molécula producida por las bacterias que tenemos en el intestino que cuando pasa a la sangre puede funcionar como una hormona. “Nuestra hipótesis es que es una señal que actúa en diferentes órganos para regular la homeostasis energética”, apunta la investigadora. En personas sanas, cuando esta molécula llega al hipotálamo enviaría una señal de saciedad para que dejemos de comer y, una vez en el tejido adiposo, regularía la captación de energía, principalmente de glucosa y lípidos, para que se almacenen de manera correcta. Sin embargo, cuando hay una enfermedad de fondo, como la obesidad, esta hormona se desregula.

    “La insulina tiene efectos muy beneficiosos para la salud. Ahora bien, en los pacientes con obesidad y con diabetes, los niveles de esta hormona se hallan muy incrementados y los órganos no responden bien a ella. Algo similar creemos que ocurre con el succinato”, apunta Fernández, que añade “si logramos entender cómo actúa en diferentes tejidos, seremos capaces de hallar dianas terapéuticas y nuevos fármacos para combatir la obesidad”.

  • Payamédicos: un real complemento a la salud emocional de las personas aún en tiempos de pandemia

    En la Argentina, Payamédicos es la Asociación Civil sin fines de lucro fundada en 2002 por el doctor José Pellucchi (médico psiquiatra, actor y payaso teatral); esta herramienta terapéutica que se ha centrado en la investigación relacionada, desarrollando e implementando una formación específica para los más de 7000 payamédicos existentes, creando una variante del payaso teatral especializada y no solo circunscripta al ambiente hospitalario, con los conocimientos indispensables para el desenvolvimiento escénico en un espacio tan delicado y crítico como lo es el hospital, los espacios sociales y la interacción con otras instituciones.

    Fabio Abalsamo, payamédico y formador en Payamédicos Asociación Civil explica como la actividad del payamédico resulta de gran importancia por su labor para mitigar lo traumático de los procesos, tanto de internación, como de situaciones del cotidiano vivir.

    Es por ello que dada la situación de pandemia y lejos de estar inactivos, Payamédicos sigue trabajando con las intervenciones de manera virtual ante los distintos requerimientos de las distintas instituciones y profundizando y ampliando el desarrollo pedagógico y de investigación aportando a la comunidad un acompañamiento con las campañas de prevención y hábitos saludables.

    Dentro de las disciplinas complementarias que se sumaron a los retos de la situación de hospitalización en tiempos de pandemia, fue saber adecuar perfectamente el arte al espacio de la virtualidad, junto a las exigencias de bioseguridad de los distintos dispositivos que se utilizan y el compromiso de “Ser” como si estuvieran de manera presencial.

    Actualmente, los cursos teórico-científicos dictados por la Asociación Civil Payamédicos (llamados “payamedicina”) sumaron futuros payamédicos, aguardando el momento mas conveniente para volver a la presencialidad y los cursos de payateatralidad.

    En tiempos donde los encuentros virtuales son la forma de vincularnos de manera segura y conveniente, respetando las disposiciones sanitarias que limitan el traslado y movimiento entre ciudades, localidades y provincias, se hen podido fortalecer y profundizar los encuentros con todos los payamédicos del país y Chile, ya que la tecnología permite una forma de acercamiento para consolidar políticas federales del desarrollo de la actividad haciendo de Payamédicos un real complemento a la salud emocional de las personas y de los equipos de salud en todos los hospitales y las instituciones educativas que los han convocado para acompañar las distintas aulas virtuales con las nuevas campañas.

  • La poliomielitis sigue existiendo: la vacunación es la única protección contra esta enfermedad

    La Dra. Silvia González Ayala, infectóloga pediatra, profesora titular de la Cátedra de Infectología de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de La Plata explicó la importancia de la vacunación en la prevención de enfermedades como la Poliomielitis.

    La poliomielitis es una enfermedad muy contagiosa que afecta principalmente a los niños no vacunados. El virus se transmite de persona a persona por vía fecal-oral o a través del agua o los alimentos contaminados. Se multiplica en el intestino desde donde invade al sistema nervioso y puede causar parálisis, e incluso la muerte. La poliomielitis sigue existiendo, aunque el número de casos ha disminuido en más de un 99% desde el año 1988, cuando se calcula que había más de 350.000 casos por año. La vacunación es la mejor protección contra esta enfermedad.

    Los países del continente americano fueron los primeros en eliminar la poliomielitis producida por los virus salvajes. Para lograr la erradicación, es necesario que no haya más casos por poliovirus salvaje ni tampoco casos asociados o derivados de la vacuna Sabin oral, para lo cual se debe reemplazar el uso dicha vacuna, por la inactivada inyectable o vacuna Salk.

    Adoptar un esquema completo con vacunación antipoliomielítica inactivada es clave para eliminar la enfermedad que, si bien en nuestro país no se registran casos desde el año 1984, todavía es endémica en Afganistán y Pakistán.

    Argentina ha implementado el uso exclusivo de vacuna inactivada inyectable en el Calendario Nacional de Vacunación desde el 1° de junio 2020. Este nuevo esquema consta de 3 dosis a los 2, 4 y 6 meses de edad y un refuerzo al ingreso escolar (5-6 años). Este nuevo esquema de 4 dosis brinda la inmunogenicidad necesaria, es decir que las defensas serán suficientes para que los niños estén protegidos.

    Este cambio es un logro muy importante para asegurar la equidad en el acceso a la vacunación antipoliomielítica porque elimina el riesgo de parálisis post vacunal o por poliovirus derivados de la vacuna oral en todos los niños. Será realidad mantener la eliminación de la enfermedad y lograr su erradicación si se trabaja intensa y sostenidamente para lograr que más del 95% de los lactantes y niños se vacunen en nuestro país y en el mundo.

    Una enfermedad está erradicada cuando no se presentan más casos en el mundo y el agente causal deja de circular porque toda la población fue alcanzada por la vacunación. Hasta ahora la única enfermedad erradicada es la viruela (en 1979), y se está trabajando para que la poliomielitis sea la próxima. Este logro significará que ningún niño muera o sufra los terribles efectos de la parálisis permanente provocada por la poliomielitis.

  • Cáncer de mama: alrededor de un 60% de nuevos casos no se diagnosticarían este año

    Como consecuencia de la pandemia, las cifra de nuevos casos de cáncer de mama que aún no fueron diagnosticados por no realizarse los controles genera una gran preocupación. Al respecto opinó el Dr. Juan Luis Uriburu, miembro de la Asociación Argentina de Cirugía, especialista en Mastología y jefe de Servicio de Mastología del Hospital Británico de Buenos Aires.

    En primer lugar hay que resaltar la importancia de un diagnóstico precoz para aumentar las posibilidades de curación. Esta enfermedad, detectada a tiempo, tiene cerca de un 95% de chances de recuperación, por lo que resulta vital la visita al mastólogo y la realización de los estudios de control. Pero ¿qué sucede en el contexto actual?.

    El cáncer de mama es un tumor maligno que se da más frecuentemente en las mujeres cerca de la menopausia, no obstante, en los últimos años se lo está detectando a edades más tempranas. Se origina por la reproducción descontrolada de células anormales en la mama y a pesar de que en algunos pocos casos se conocen ciertas causas genéticas y factores que lo provocan, en la mayoría de los casos, se desconoce su origen.

    Al principio de la pandemia se recomendó postergar todos los controles; en especial si se padecían otras enfermedades que pusieran en riesgo el contagio viral. Solo se continuó con la atención de pacientes recientemente diagnosticadas, que necesitaban intervención quirúrgica oncológica o control inmediato posterior.

    Con el tiempo se fue llevando a cabo una progresiva apertura para la atención de aquellos controles que inicialmente se habían postergado y como consecuencia aparecen datos que podrían llegar a ser preocupantes.

    Habiendo transcurrido 6 meses del inicio de dicho aislamiento, es notorio que se está atendiendo, diagnosticando y operando sólo entre el 40 y 50% de los casos. Lo que quiere decir que hay aproximadamente un 60% de casos nuevos de cáncer de mama que aún no han sido diagnosticados y, por ende, tampoco tratados. Como consecuencia de ello es posible que se diagnostiquen en una etapa algo más tardía, con probabilidad de necesitar tratamientos tal vez más agresivos y con disminución de oportunidades de curación.

    Es importante estar atentos a los signos de alerta como cualquier nódulo o bulto en las mamas, o alteración de su forma, cambios en la piel o pezón, o aparición de ganglios en las axilas. Las mujeres que presenten algún síntoma deben consultar inmediatamente, tengan la edad que tengan.

    Desde la Asociación Argentina de Cirugía se aconseja a las mujeres que no dejen de realizar la consulta presencial con el mastólogo y la realización de la mamografía y ecografía anual. Todo ello se realizará con los debidos recaudos que se implementan por protocolo en los centros de diagnóstico y tratamiento.

  • El ACV: cada minuto cuenta

    El Accidente Cerebrovascular (ACV), una patología que según la Organización Mundial de la Salud (OMS) representa la segunda causa de muerte y la primera de discapacidad entre los adultos a nivel global.

    El Dr. Maximo Zimerman, neurólogo y director médico de Centro CITES-INECO señaló “el accidente cerebrovascular (ACV) es una enfermedad catastrófica, en gran medida podemos evitar su aparición previniendo y controlando los factores de riesgo vasculares. Podemos mejorar los síntomas y disminuir su mortalidad si actuamos de manera rápida, oportuna y eficientemente. El ACV se recupera mediante un programa interdisciplinario, coordinado y estructurado de neurorrehabilitación”.

    El ACV se produce por una disminución brusca de flujo sanguíneo al cerebro. Esto se puede originar por una obstrucción de una de las arterias que llevan sangre al cerebro y ahí hablamos de ACV isquémico, o por una ruptura de un vaso con extravasación de sangre y ahí hablamos de ACV hemorrágico. El 80% de los ACV son isquémicos.

    El ACV es una emergencia y por lo tanto cada minuto que se pierde compromete el éxito del tratamiento. Este tratamiento únicamente puede implementarse en las primeras horas de ocurrido el ACV, mediante una medicación que permite disolver el trombo y/o mediante cateterismo.

    Actualmente y en el contexto de pandemia, existe “temor de contagio de Covid 19 ocasionando una significativa demora y disminución de las consultas de los pacientes en las guardias de los hospitales. Los pacientes consultan en la actualidad con cuadros evolucionados y con imposibilidad de brindarles un tratamiento oportuno” resalta el doctor.

    La World Stroke Organization demostró con una encuesta realizada en abril que estamos ante un fenómeno global y preocupante. Ya que se observo una disminución de aproximadamente un 40% de consultas de pacientes cursando un ACV agudo con respecto a igual periodo del año pasado.

    Sin dudas, la detección a tiempo y una pronta atención médica siguen siendo claves fundamentales para reducir de manera significativas secuelas neurológicas y la mortalidad por ACV.

    Existen tres signos principales del ACV que se observan a simple vista en el cuerpo; se debe prestar especial atención al habla, los brazos y en la sonrisa. Si la persona se expresa con dificultad o le cuesta articular su discurso, levanta ambos brazos hacia adelante y uno de ellos cae o sonríe de forma asimétrica, es fundamental llamar inmediatamente a una ambulancia.

    El ataque cerebrovascular se puede prevenir ya que el 80% de ellos están vinculados a factores de riesgo que pueden evitarse a través de conductas saludables. Entre ellos se destacan:

    • Presión arterial elevada

    • Diabetes

    • Sedentarismo

    • Obesidad

    • Arritmia cardiaca: Fibrilación auricular

    • Tabaquismo

    • Colesterol elevado

    • Dieta poco saludable

    • Uso de alcohol y drogas de abuso

    Una gran cantidad de pacientes consultan por las secuelas de un ACV que sufrieron hace años, con la convicción de que es demasiado tarde para observar una mejoría. Muchos refieren haber realizado rehabilitación pero que “hace años” no hacen nada, y temen haber llegado a una “meseta”. Sin embargo, un paciente con secuelas puede mejorar con un programa interdisciplinario y especialmente diseñado de neurorrehabilitación.

    La ciencia detrás de la neurorrehabilitación es la neuroplasticidad, y describe la facultad del sistema nervioso de cambiar su estructura y funcionamiento como reacción a las diversas situaciones y entrenamiento. Este potencial adaptativo permite al cerebro reponerse de lesiones adquiridas, como el caso del ACV, disminuyendo la discapacidad y las secuelas.

    Asimismo, es importante tener en cuenta que también los pacientes con secuelas subagudas y crónicas luego del ACV se vieron perjudicados por la pandemia. Estos pacientes se vieron comprometidos por la interrupción abrupta de los programas estructurados de rehabilitación neurológica. La tele-consulta y tele-rehabilitación instaurada por un equipo interdisciplinario es un elemento de utilidad que permitió en gran cantidad de nuestro pacientes continuar en contacto con el equipo tratante desde sus casas.

  • Siete meses de aislamiento: lo que pudimos detectar a tiempo pero el coronavirus lo demoró

    Distintas sociedades médicas lanzaron la Campaña de Concientización de Patologías Crónicas y Agudas en Pandemia, para transmitir la importancia de no discontinuar los tratamientos de enfermedades crónicas durante la pandemia y fundamentalmente mantener el contacto con el especialista de cabecera de manera virtual.

    El Dr. Marcos Marín, vicepresidente de la Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial remarcó la importancia de las estadísticas en momentos como estos. Durante los primeros tres meses de Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio, en la Argentina, las consultas médicas disminuyeron más de un 30%. Ahora, con más de siete meses de cuarentena, ese porcentaje debió haberse multiplicado y hasta quizá comenzado a disminuir frente al retorno suave a la nueva normalidad.

    Un grupo de Sociedades Médicas de la Argentina se han manifestado en este último tiempo, preocupados ante esta estadística e impulsando diversas campañas de concientización tendientes a que la sociedad en su conjunto (y sobre todo aquellos que tienen enfermedades crónicas y agudas) retome las consultas médicas y continúen llevando adelante los tratamientos de sus patologías para tratar a tiempo y antes de que ya sea tarde.

    Partiendo de la base que los pacientes con factores de riesgo controlados tienen un mejor pronóstico en caso de contagiarse coronavirus, es importante destacar que aquellos que tengan patologías crónicas y agudas como por ejemplo hipertensos, coronarios, diabéticos, enfermos pulmonares crónicos o con enfermedades de índole venoso o linfático mantengan al día sus controles y la toma de medicación además de una alimentación saludable y actividad física reglada. Es fundamental entonces mantener la adherencia al tratamiento para evitar complicaciones.

    Por otra parte, hoy la tecnología se convierte en un aliado indiscutible que permite quebrar la barrera de la presencialidad y mantener el vínculo médico-paciente. Actualmente existen diferentes herramientas tecnológicas que colaboran con la atención y el diagnóstico precoz, como las videollamadas, tele consultas, diferentes plataformas como el skype, zoom y otras. las aplicaciones En este sentido, se crea una nueva consulta, donde si el paciente esta muñido, por ejemplo, de un tensiómetro automático, se puede corroborar la presión arterial, la frecuencia cardíaca, incentivar al auto monitoreo de la presión y ajustar los tratamientos. Esta nueva experiencia permitió observar el típico fenómeno de guardapolvo blanco del consultorio en un fenómeno de alerta de teleconsulta.

    Por otro lado, la Cámara de Senadores de la Nación aprobó por unanimidad, y envió a Diputados, el proyecto de ley que busca la regulación de la prestación de los servicios de salud mediante el uso de nuevas tecnologías, conocido como “telemedicina”. Este avance es muy importante como estrategia sanitaria, mayor acceso al sistema de salud y finalmente una mejoría en el control de las enfermedades.

    Hoy los centros de salud de todo el país están organizados de manera tal que las consultas por Covid 19 se atienden en un área, mientras que el resto de las especialidades se atienden en otro sector, incluyendo consultorios. En esta línea, debe transmitirse tranquilidad al paciente que, de ser necesaria la consulta presencial, no se lo expondrá directamente a focos de contagio sino todo lo contrario, estas áreas son cuidadosamente protegidas, con los protocolos necesarios, para tratar cuestiones no asociadas al coronavirus.

    Es importante destacar que el miedo no debe ser un impedimento para descuidar nuestra salud. Sin embargo, al virus hay que enfrentarlo con responsabilidad y tomando todas precauciones necesarias para evitar el contagio.

  • Como convertir la menopausia en la mejor etapa de la vida de una mujer

    Una mujer puede reconocer que se encuentra en menopausia cuando hace 12 meses que tiene ausencia de menstruaciones. Puede ser de causa natural, después de los 45 años, o provocado por alguna enfermedad, cirugía o tratamiento que, como efecto secundario, causa el fin del desempeño ovárico induciendo una menopausia precoz (debajo de los 40); ergo la perdida de la capacidad reproductiva. Un 6% de las mujeres atraviesan esta etapa antes de tiempo dejando de ser fértiles en una edad temprana.

    El climaterio comprende la premenopausia y menopausia, su duración puede ser de 5 a 15 años, por eso algunas mujeres pueden tener síntomas durante ese periodo y comienzan a ver cambios clínicos, biológicos y endocrinológicos. Algunos síntomas que pueden aparecer: “oleadas insoportables de calor”, sudores nocturnos, alteraciones para dormir, disminución del deseo sexual, cansancio extremo, irritabilidad, lagunas mentales, ansiedad o depresión, dolor de cabeza y en articulaciones, sequedad vaginal, piel seca, aumento de peso y metabolismo lento, entre otras.

    En relación a este último punto, varios estudios han demostrado que existe una fuerte asociación entre la menopausia, la grasa corporal y principalmente el aumento de la grasa intraabdominal ya que hay una disregulación en la energía, por disminución del gasto, de su actividad física. Además, los cambios emocionales pueden modificar el patrón alimentario, favoreciendo el picoteo, la necesidad por lo dulce a la noche, incorporando hábitos nuevos como alcohol o cualquier otro.

    La menopausia también está asociada con cambios en la composición corporal y en la distribución de la grasa que deriva en un aumento de la grasa intraabdominal. Se ha observado que, un promedio de 0.9 Kg total de ganancia anual de peso corporal se asoció con un aumento de 1.4 Kg de compartimiento graso y reducción de 0.5 Kg de compartimiento magro. Durante esta etapa se observa aumento de la masa grasa corporal y de la circunferencia de cintura. El aumento de la grasa abdominal se asocia con aumento del colesterol, presión arterial alta, resistencia a la insulina, diabetes entre muchas otras.

    Por lo tanto, para esta etapa hay que prepararse, ocuparse y poner en marcha la principal intervención, la estrategia preventiva: detección y control de los factores de riesgo; motivación de una vida activa y de hábitos de alimentación saludables que puedan sostener en el tiempo, legalizando el placer de comer y sin grandes prohibiciones, pero aprendiendo a elegir.

    La Dra. Virginia Busnelli, endocrinóloga, médica especialista en nutrición y directora del Centro de Endocrinología y Nutrición Crenyf nos da una serie de consejos sobre cómo cuidarnos en esta etapa:

    * Consulta médica: conocer los cambios que trae la menopausia y aprender a cuidarnos.

    * Ejercicio físico: realizar regularmente caminatas, elongación y flexibilidad.

    * Hidratación: beber aproximadamente 2,5 litros diarios de agua.

    * Disminuir el consumo de sal y grasas no recomendadas como embutidos y frituras.

    * Favorecer el consumo de frutas, verduras y hortalizas.

    * Aumentar el consumo de alimentos ricos en calcio y Vitamina D, en vitaminas del grupo B y los alimentos ricos en Omega 3.

    * Racionalizar el consumo de carnes. Escoger cortes magros de carnes y seleccionar preferiblemente el consumo de pescados azules o también denominados grasos

    * Priorizar 10 alimentos más ricos en antioxidantes: palta, brócoli, zanahoria, cítricos, uvas, espinacas, repollos y coles, arándanos, moras y fresas, cebollas especialmente moradas y tomate.

    Los cambios que inevitablemente provocará en la vida en la mujer pueden convertirse en una nueva forma de vivir. Cuidarnos sin dejar de disfrutar es posible. Aprendamos a hacerlo para ser feliz y saludable en todas las etapas de la vida.

  • La osteoporosis también afecta a los hombres

    La osteoporosis es una enfermedad caracterizada por baja masa ósea, deterioro de la microarquitectura del hueso, incremento de la fragilidad y, por lo tanto, por el aumento del riesgo de fracturas.

    A partir de los 50 años, comienza un descenso de la masa ósea, más pronunciado en las mujeres que en los hombres, producto de la menopausia en la que comienzan las alteraciones hormonales, es decir, la pérdida de estrógenos.

    Sin embargo, son los hombres quienes experimentan aproximadamente la mitad de las fracturas por osteoporosis que presentan las mujeres. Por este motivo, cuando un hombre se rompe la cadera, tiene más probabilidades de quedar incapacitado de manera permanente y el doble de posibilidades de morir durante el año siguiente que una mujer con un padecimiento similar.

    Esto se debe a que los hombres revisan menos su salud ósea que las mujeres para conocer cuál es su riesgo de sufrir una fractura por osteoporosis. Esto ocurre porque, a menudo, los médicos tampoco son conscientes de los muchos factores que los ponen en riesgo de padecerla, incluyendo trastornos como la celiaquía y otras patologías inflamatorias intestinales, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica y los tratamientos para otros problemas de salud como depresión, cáncer de próstata y enfermedades que requieran la administración o el uso de corticoides.

    Por eso es falso pensar que la osteoporosis es una patología exclusivamente femenina, pero como muchos hombres y sus respectivos médicos creen eso, es menos probable que se los evalúe y reciban el tratamiento adecuado tras una fractura por un traumatismo menor.

    El hecho de que los hombres se salvan de la pérdida ósea rápida que experimentan las mujeres en la menopausia, no significa que no sufran esa pérdida con el paso del tiempo.

    Con la edad, los hombres pierden densidad mineral en los huesos a una velocidad de aproximadamente 1%, y uno de cada 5 hombres de más de 50 años sufrirá una fractura osteoporótica a lo largo de su vida. En la Argentina, hay un promedio anual de 34 mil fracturas de cadera por año en personas mayores 50 años, es decir, 90 por día, con una relación aproximada de 3 mujeres por cada hombre. Valores que se duplicarán hacia 2050.

    Algunos factores comunes de riesgo para la fractura por osteoporosis en hombres y en mujeres son la edad (más de 60 años en mujeres y más de 70 en hombres); delgadez o estar bajo de peso; tabaquismo; ingerir más de tres bebidas alcohólicas por día, antecedentes paternos o maternos de osteoporosis; el uso de protectores gástricos del tipo de los inhibidores de la bomba de protones (pantoprazol, omeprazol), y haber tenido una fractura previa o caída reciente.

    Las afecciones médicas que incrementan el riesgo incluyen artritis reumatoide, trastornos de la movilidad como la enfermedad de Parkinson, esclerosis múltiple e infarto.

    Algunos factores del estilo de vida que pueden ayudar a mantener a raya la osteoporosis incluyen ejercicios de resistencia y levantamiento de peso moderado, así como un consumo adecuado de calcio (1200 miligramos al día para hombres de más de 70 años) y vitamina D (entre 800 y 1000 unidades al día), y no fumar. La fuerza muscular ayuda a proteger a los huesos de lesiones y reduce el riesgo de una caída que pudiera romperlos.

  • El uso excesivo de geles hidroalcohólicos puede provocar lesiones en la piel

    La Academia Española de Dermatología y Venereología advierte que el alcohol de los hidrogeles puede eliminar la barrera protectora de la piel y, así, favorecer la aparición de problemas dermatológicos. Por ello, se recomienda priorizar el lavado de manos con agua y jabón ante los geles hidroalcohólicos.

    Frente a la pandemia del COVID-19, las mascarillas y los geles hidroalcohólicos se han convertido en indispensable de la vida diaria de las personas.

    Estas normas, afirman los sanitarios, son totalmente necesarias para eludir contagios del virus. Sin embargo, bien por el abuso de hidrogeles o por una propensión genética a ciertos problemas dermatológicos, los expertos aseguran haber notado un aumento exponencial en casos de dermatitis en niños y alteraciones como el acné en adolescentes.

    Lo que estamos detectando en la consulta es que cada vez más padres preguntan por acné, dermatitis (también denominado eccema) u otras alteraciones cutáneas que están sufriendo sus hijos”, explica el doctor Raúl de Lucas, coordinador del Grupo de Dermatología de la Academia Española de Dermatología y Venereología.

    Hidratarse con alcohol: error

    Según advierte este médico, hay personas que, incluso, utilizan los geles hidroalcohólicos como cremas hidratantes y, precisamente, estos geles actúan de forma contraria.

    Como su propio nombre indica, contienen una base alcohólica que reseca la piel. Su uso descontrolado puede llegar a eliminar el manto lipídico de la piel (lubricante natural de la piel creada por el sebo de los poros y el sudor) y exponerla a lesiones inflamatorias“.

    Por esta razón, los dermatólogos recomiendan priorizar el lavado de manos con agua y jabón antes que usar un hidrogel.

    Además -añade el doctor- cuando se deba utilizar un gel hidroalcohólico, deberá ser sin perfumes, con el objetivo de minimizar el riesgo de reacciones de fotosensibilidad que se pueden dar con más facilidad con la presencia de algunos aromas y esencias“.

    Asimismo, el coordinador del Grupo de Dermatología Pediátrica recuerda que el uso de este tipo de compuestos alcohólicos o el constante lavado de manos demanda una mayor hidratación.

    Es crucial mantener una hidratación adecuada, sobre todo ahora que nos estamos lavando mucho más frecuentemente las manos”, previene.

    Si ya ha aparecido una lesión inflamatoria dermatológica, el doctor Raúl de Lucas recomienda aplicar tratamientos tópicos para que el eccema no se cronifique y evitar usar cremas hidratantes ya que aumenta la comezón de la piel.

    Sin maquillaje y cremas más ligeras

    El uso durante horas de la mascarilla también ha propiciado la aparición de problemas dermatológicos, como la rosácea, la urticaria (picazón) por presión o la dermatitis de contacto o por fricción, señalan los especialistas, pero el acné ha sido el protagonista de los últimos meses en consulta.

    Con la nariz y la boca tapadas, el vapor de la respiración queda atrapado entre la tela de la mascarilla y la cara. Esto acumula el vapor que se genera con la respiración y favorece un ambiente propicio para los gérmenes de la piel. Por esta razón se produce una inflamación de las glándulas sebáceas y el cierre de los poros.

    Ante estos problemas, los dermatólogos aconsejan evitar el uso de maquillaje, ya que genera más oclusión de los poros, además de lavarse la cara con agua templada y usar limpiadores suaves no jabonosos sin fragancias.

    Es fundamental mantener una correcta hidratación, para evitar lesiones cutáneas por fricción, así como adaptar el tipo de crema. Ahora que las pieles se vuelven más grasas debido a la oclusión que genera la mascarilla, hay que optar por cremas más ligeras”, apunta el Dr. De Luca.

    No obstante, si los problemas de la piel persisten, conviene recurrir al dermatólogo para realizar un diagnóstico adecuado, así como un tratamiento específico.