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  • La eficacia de la Sputnik V es superior al 95%, según otro análisis preliminar

    Este martes el Centro Gamaleya de Rusia y el Fondo de Inversión Directa de Rusia (RDIF) anunciaron que La eficacia de la vacuna Sputnik V es superior al 95% a los 21 días de la segunda dosis, en base a un segundo análisis intermedio del ensayo clínico de fase 3, en tanto que confirmaron que su valor será de menos de 10 dólares por dosis.

    La evaluación de la eficacia se llevó a cabo entre 18.794 voluntarios 28 días después de recibir la primera dosis (7 días después de la segunda dosis) de la vacuna o placebo sobre la base de 39 casos confirmados de coronavirus, de los cuales 31 se dieron en quienes habían recibido placebo y 8 en los inoculados con la vacuna.

    Como la relación entre el grupo placebo y el grupo vacunado es de 1 a 3, sobre esa cantidad de casos, la Sputnik V demuestra una eficacia del 91,4% siete días después de la segunda dosis.

    No obstante, “los datos preliminares sobre los voluntarios en el día 42 después de la primera dosis (equivalente a 21 días después de la segunda dosis), cuando ya han formado una respuesta inmune estable, indican que la tasa de eficacia de la vacuna está por encima del 95%”, informó el Centro Gamaleya en el comunicado.

    “Esta eficacia es el resultado del uso de dos adenovirus diferentes que se administra cada uno en una de las dosis, lo que aumenta la respuesta inmune“, explicó esta mañana en una conferencia de prensa con medios internacionales Denis Logunov, vicedirector del Gamaleya y quien está a cargo del equipo de desarrollo de la vacuna.

    En este sentido, añadió que “este análisis preliminar es el segundo que hacemos en base al protocolo que se había establecido, el siguiente será cuando se lleguen a los 78 casos de coronavirus; no obstante estimamos que el porcentaje de eficacia no bajará ni subirá demasiado”.

    Durante la conferencia virtual, Logunov señaló que “durante este tiempo no registramos efectos adversos graves, sí tuvimos algunos efectos como febrícula o dolor en el lugar de la inyección en un 30 y un 40% de los participantes”.

    Por su parte, Kirill Dmitriev, director general del Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF) -también presente en la conferencia-, confirmó que “el precio de la vacuna será inferior a 10 dólares por dosis, lo que implica menos de 20 dólares por esquema, una cifra que es casi la mitad de los precios anunciados por las otras vacunas que tuvieron indicadores similares en sus resultados preliminares de fase 3″.

    “No sólo queríamos hacer una vacuna eficaz, sino también nos propusimos hacer que sea accesible”, aseguró.

    Dmitriev ratificó, además, la elaboración de la vacuna en forma liofilizada (seca), que permite su almacenamiento a una temperatura de +2 a +8 grados Celsius, lo que facilita la distribución.

    “A diferencia de otras vacunas que necesitan condiciones como el ultrafrío para conservarse, la nuestra estará disponible en forma seca lo que será de gran utilidad para muchos países”, describió.

    En relación a la producción, el director del RDIF sostuvo que “ya hemos realizado la transferencia de tecnología a India, China y Corea”, e indicó que “próximamente se realizará a Brasil y otros países con los que garantizaremos la producción prevista”.

    Con respecto al momento en que llegarían las vacunas a los países que la solicitaron, Dmitriev detalló que “las dosis estarán disponibles en enero con los países con los que ya venimos cerrando los acuerdos y en marzo para el resto”.

    La vacuna rusa es una sobre las que están avanzadas las conversaciones del Gobierno argentino para su adquisición, al tiempo que también fue sellado ya un acuerdo con la farmacéutica AstraZeneca, y mantiene negociaciones negociaciones con Pfizer, Janssen y Sinopharm.

    Logunov indicó por su parte que “los resultados de estos primeros análisis de la fase 3 estarán listos en inglés para ser publicados en diciembre en una prestigiosa revista científica”. Los resultados de los ensayos clínicos de Fase I y Fase II fueron publicados el pasado 4 de septiembre en The Lancet.

    Hasta el 24 de noviembre, más de 22.000 voluntarios fueron vacunados con la primera dosis y más de 1.900 voluntarios con la primera y la segunda dosis de la vacuna en 29 centros médicos en Rusia como parte de los ensayos clínicos en curso que aspiran a llegar a 20 mil participantes.

    Actualmente, los ensayos clínicos de fase III están aprobados y están en curso en Bielorrusia, los Emiratos Árabes Unidos, Venezuela y otros países, así como la fase II-III en la India.

    La Sputnik V es una vacuna que utiliza una tecnología que se llama “vector viral no replicante”; los vectores son virus que no tienen capacidad de reproducirse en el organismo (y por tanto son inocuos) y se utilizan para transportar material genético del virus del que se quiere inmunizar.

    A diferencia de otras que utilizan esta tecnología, esta vacuna es la única que utiliza dos adenovirus (virus que causan gripe común) humanos como vectores, uno diferente en cada dosis que se dan intramuscularmente con diferencia de 21 días.

    “La seguridad de las vacunas basadas en adenovirus humanos se ha confirmado en más de 75 publicaciones internacionales y más de 250 ensayos clínicos realizados durante las últimas dos décadas, mientras que la historia del uso de adenovirus humanos en el desarrollo de vacunas comenzó en 1953”, describió el comunicado.

    Asimismo, señaló que “los vectores de adenovirus están modificados genéticamente para que no se puedan reproducir en el cuerpo humano. Cuando se usa la vacuna Sputnik V, el coronavirus en sí no ingresa al cuerpo, ya que la vacuna solo contiene información genética sobre parte de su capa de proteína externa (proteína 

    espiga). Esto elimina por completo la posibilidad de infectarse como resultado de la vacunación y, al mismo tiempo, provoca la respuesta inmune estable del cuerpo”.

  • Siete meses de aislamiento: lo que pudimos detectar a tiempo pero el coronavirus lo demoró

    Distintas sociedades médicas lanzaron la Campaña de Concientización de Patologías Crónicas y Agudas en Pandemia, para transmitir la importancia de no discontinuar los tratamientos de enfermedades crónicas durante la pandemia y fundamentalmente mantener el contacto con el especialista de cabecera de manera virtual.

    El Dr. Marcos Marín, vicepresidente de la Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial remarcó la importancia de las estadísticas en momentos como estos. Durante los primeros tres meses de Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio, en la Argentina, las consultas médicas disminuyeron más de un 30%. Ahora, con más de siete meses de cuarentena, ese porcentaje debió haberse multiplicado y hasta quizá comenzado a disminuir frente al retorno suave a la nueva normalidad.

    Un grupo de Sociedades Médicas de la Argentina se han manifestado en este último tiempo, preocupados ante esta estadística e impulsando diversas campañas de concientización tendientes a que la sociedad en su conjunto (y sobre todo aquellos que tienen enfermedades crónicas y agudas) retome las consultas médicas y continúen llevando adelante los tratamientos de sus patologías para tratar a tiempo y antes de que ya sea tarde.

    Partiendo de la base que los pacientes con factores de riesgo controlados tienen un mejor pronóstico en caso de contagiarse coronavirus, es importante destacar que aquellos que tengan patologías crónicas y agudas como por ejemplo hipertensos, coronarios, diabéticos, enfermos pulmonares crónicos o con enfermedades de índole venoso o linfático mantengan al día sus controles y la toma de medicación además de una alimentación saludable y actividad física reglada. Es fundamental entonces mantener la adherencia al tratamiento para evitar complicaciones.

    Por otra parte, hoy la tecnología se convierte en un aliado indiscutible que permite quebrar la barrera de la presencialidad y mantener el vínculo médico-paciente. Actualmente existen diferentes herramientas tecnológicas que colaboran con la atención y el diagnóstico precoz, como las videollamadas, tele consultas, diferentes plataformas como el skype, zoom y otras. las aplicaciones En este sentido, se crea una nueva consulta, donde si el paciente esta muñido, por ejemplo, de un tensiómetro automático, se puede corroborar la presión arterial, la frecuencia cardíaca, incentivar al auto monitoreo de la presión y ajustar los tratamientos. Esta nueva experiencia permitió observar el típico fenómeno de guardapolvo blanco del consultorio en un fenómeno de alerta de teleconsulta.

    Por otro lado, la Cámara de Senadores de la Nación aprobó por unanimidad, y envió a Diputados, el proyecto de ley que busca la regulación de la prestación de los servicios de salud mediante el uso de nuevas tecnologías, conocido como “telemedicina”. Este avance es muy importante como estrategia sanitaria, mayor acceso al sistema de salud y finalmente una mejoría en el control de las enfermedades.

    Hoy los centros de salud de todo el país están organizados de manera tal que las consultas por Covid 19 se atienden en un área, mientras que el resto de las especialidades se atienden en otro sector, incluyendo consultorios. En esta línea, debe transmitirse tranquilidad al paciente que, de ser necesaria la consulta presencial, no se lo expondrá directamente a focos de contagio sino todo lo contrario, estas áreas son cuidadosamente protegidas, con los protocolos necesarios, para tratar cuestiones no asociadas al coronavirus.

    Es importante destacar que el miedo no debe ser un impedimento para descuidar nuestra salud. Sin embargo, al virus hay que enfrentarlo con responsabilidad y tomando todas precauciones necesarias para evitar el contagio.

  • La infodemia no se detiene

    Un estudio reveló que el 82% de las personas en el mundo se informan por redes sociales sobre COVID-19. Se pueden detectar más de 3 mil millones de mensajes y más de 100 mil millones de publicaciones que utilizan #covid19, #coronavirus y otras etiquetas similares

    La Organización Mundial de la Salud creó el término Infodemia para describir la propagación de la desinformación sobre el virus de COVID-19. Informarse a través de redes sociales ha impedido a muchas personas, encontrar recursos fiables y obtener noticias claras.

    La expansión veloz  de la información y sus peligrosas consecuencias, unieron al concierto internacional de entidades en acciones puntuales. Por ejemplo, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Ministerio de Tecnologías de la Información y Comunicación (Mitic) de Paraguay lanzaron la iniciativa Chake Fake News. Lo mismo ocurrió con El Centro de Información de las Naciones Unidas para México (CINU) y el Sistema Público de Radiodifusión (SPR) del Estado Mexicano quienes firmaron una alianza para frenar la propagación de noticias falsas dando vida a un sello de verificación.

    Se pudo observar que las palabras más usadas en términos de salud mental en todos los ámbitos de la ciencia, tanto en organismos internacionales como a los médicos a cargo de la atención primaria son aislamiento, desconocimiento, estrés, ansiedad y depresión. De hecho, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en una rueda de prensa virtual destacó que la pandemia del COVID-19 causó una “crisis de salud mental” sin precedentes en todo el continente americano.

    En Latinoamérica, donde las enfermedades mentales ya eran “una epidemia silenciosa”, algunas personas se han visto especialmente afectadas. “La pandemia de COVID-19 ha provocado una crisis de salud mental en nuestra región a una escala que nunca antes habíamos visto”, dijo Carissa Etienne, directora de la OPS, oficina regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

    Encuestas en Estados Unidos, Brasil y México muestran que aproximadamente la mitad de los adultos están estresados por la emergencia sanitaria. Esto ha incrementado el consumo de drogas y alcohol, exacerbando en algunos casos los problemas de salud mental. 

    Las redes sociales pueden provocar una sobrecarga de información errónea o confusa, lo que a su vez puede provocar problemas de salud mental. La OMS señaló que la identificación de los factores subyacentes del miedo, la ansiedad y el estigma que alimentan la desinformación y los rumores, se da especialmente a través de las redes sociales.

    Un equipo liderado por Junling Gao del Instituto de Comunicación de Salud de Fudan de Shanghai, China, decidió trabajar sobre la inmersión en redes sociales en búsqueda de datos sobre el virus.

    El presente estudio tuvo como objetivo describir la prevalencia y distribución de dos trastornos mentales principales: ansiedad y depresión, y examinar sus asociaciones con la exposición a las redes sociales mediante una evaluación rápida durante el brote de COVID-19.

    Fueron 4827 los participantes con una edad promedio de 32, 67,7% eran mujeres y 47,9% tenían entre 21 y 30 años. El 62,2% contaban con educación universitaria, más de la mitad de ellos estaban casados. Solo el 5,2% de ellos eran trabajadores de la salud. La mayoría de ellos reportaron una salud “excelente” (43,9%) o “muy buena” (45,6%).

    Los análisis encontraron que la proporción de trastornos frecuentes entre los hombres (78,4%) fue menor que entre las mujeres (83,8%), la proporción más frecuente se registró entre los jóvenes (-30 años). La prevalencia de depresión fue del 48,3% y las probabilidades eran mayores entre los que tenían entre 21 y 30 años. Y la prevalencia de ansiedad fue del 22,6%, en tanto la combinación de depresión y ansiedad fue del 19,4%. El estudio demostró que las probabilidades ajustadas de depresión son mayores entre los de 31 a 40 años. Las probabilidades de depresión entre los participantes solteros fue menor que entre los casados.

    Los especialistas indicaron que “las redes sociales son uno de los principales canales que actualizan la información de COVID-19. El 82,0% de los participantes se exponen con frecuencia a las redes sociales, y percibieron altas probabilidades de ansiedad, lo que es consistente con estudios previos. Puede haber dos razones que expliquen la asociación entre los espacios digitales y la salud mental. Durante el brote de COVID-19, la desinformación y los informes falsos sobre el virus han bombardeado la web y han avivado temores infundados entre muchos internautas, que pueden confundir a las personas y dañar su salud mental”.

    Independientemente de la transmisión de información, muchos ciudadanos expresaron sus sentimientos negativos, como miedo, preocupación, nerviosismo, ansiedad en las redes sociales, que las transformaron en una especie de canal de “contagio” de salud mental.

    “Nuestros hallazgos interpelan a los gobiernos para lograr transmisión más eficiente y empática de las novedades, además de instar a acrecentar los servicios de salud mental a través de varios canales que incluyen línea directa, consulta en línea, curso en línea y consulta ambulatoria, pero se debe prestar más atención a la depresión y la ansiedad. La siguiente implicación es combatir la ‘infodemia’ monitoreando y filtrando información falsa y promoviendo información precisa a través de colaboraciones transversales”.

  • La diabetes mal controlada es un factor de riesgo frente al coronavirus

    Investigadores del Conicet de La Plata aseguraron que la diabetes y sus complicaciones son agravantes de la infección de coronavirus y por lo tanto, convierten en población de riesgo a quienes la padecen. 

    Los expertos advirtieron sobre la importancia de controlar esa patología. “Primero hay que entender precisamente por qué afecta al pulmón más que a otros órganos”, dijo Juan José Gagliardino, investigador del Conicet. También apuntó, “para entrar al organismo, el virus necesita “colarse” por los receptores de las células. Esa sería su puerta de entrada, y en el caso del coronavirus lo hace por la misma vía de ingreso que utiliza una enzima que participa en la regulación de la presión arterial, llamada angiotensina 2. El pulmón es un órgano muy rico en ella, y por eso es la mejor oportunidad para acceder y empezar a actuar”, desarrolló Gagliardino.

    La experiencia de la pandemia ha demostrado que las personas más susceptibles de contagio pueden tener diversas características pero presentan como condición común una disminución del sistema inmunitario. Las causas del debilitamiento de este pueden ser varias, entre ellas se destacan el envejecimiento, las enfermedades malignas, las patologías que afectan al corazón y los vasos sanguíneos, como son el accidente cerebro vascular o el infarto de miocardio, entre otros. 

    Puntualmente, sobre la diabetes, Gagliardino señaló que “es una enfermedad cuya prevalencia en nuestro país aumenta permanentemente” y graficó que entre 2005 y 2018, “la frecuencia de personas afectadas aumentó un 51 por ciento en población adulta, mientras que la obesidad subió un 74 por ciento”. 

    También detalló que existen dos tipos de diabetes: tipo 1 (DT1) y tipo 2 (DT2), pero “hay otra forma común y generalmente ignorada: la diabetes mal controlada, es decir la DT1 o la DT2 que no logra un equilibrio adecuado de su metabolismo, con glucemias que no alcanzan los valores esperados. Esta es la que realmente debe preocuparnos en relación al Covid-19 y el desarrollo de complicaciones cardiovasculares que tanto riesgo suponen”, enfatizó el investigador, y señaló que “esto significa que las personas con diabetes que controlan bien su enfermedad, mantienen niveles casi normales de glucosa y otros indicadores metabólicos como peso corporal, grasas en sangre y presión arterial, tienen igual posibilidad de aquellas sin diabetes de contraer coronavirus u otra patología infectocontagiosa”.

    Por último, Gagliardino subrayó la importancia de llevar un plan de alimentación saludable, practicar actividad física de manera regular y utilizar cuidadosamente la medicación prescripta como la mejor fórmula para cuidarse.

  • El mundo superó los 25 millones de contagios de coronavirus

    Según el registro en línea de la Universidad Johns Hopkins, de Estados Unidos, en el día de ayer se superaron mundialmente los 25 millones de contagios confirmados de coronavirus y se acerca a los 843.000 muertos. con seis de los 10 países más afectados en el continente americano y con Argentina en el puesto número 11.

    Estados Unidos es el país que encabeza la estadística, con alrededor de seis millones de contagios y 182.000 muertos. Le sigue Brasil con 3,8 millones de casos y más de 120.000 fallecidos. India tiene alrededor de 3.5 millones de infectados y casi 63.500 muertes. 

    Europa y Asia están sufriendo una segunda ola de contagios pero esos rebrotes no superan a la primera y es por eso que descartan, por ahora, una vuelta al confinamiento total.

    En el caso de España la situación es particular ya que esta semana es clave porque se reactiva después del descanso estival y afronta un mes de incertidumbre a todos los niveles, con el regreso al trabajo de muchos ciudadanos y el comienzo del curso escolar en algunas regiones.

    Mientras la epidemia sigue avanzando y crece día a día en Cataluña, pese a los esfuerzos por extender los cuidados masivos, aplicar medidas restrictivas en los municipios donde más crecen los contagios y hacer llamamientos a evitar aglomeraciones.

    En América Latina, aún se vive la primera ola de la pandemia que comenzó a azotar al mundo a finales del año pasado en China.

    Perú se acerca a los 640.000 infectados, Colombia a los 600.000, México a los 592.000, Chile superó los 408.000 y la Argentina le sigue de cerca con más de 401.000.

    Por último, en el día de ayer la noticia la dio India. Según informaron tuvo el número récord mundial para nuevos casos diarios de un país, con más de 78.700 contagios en las últimas 24 horas. Con la nueva cifra de contagios anunciada, India se ubica como el país con más casos nuevos por día del mundo y confirma que su curva sigue en ascenso ya que hace solo tres días había alcanzado su anterior récord con 75.700 nuevos infectados.

    El Ministerio de Salud también reportó 948 muertos en las últimas 24 horas, con lo que el total en el país asciende a 63.498, una cifra mucho menor a la de Brasil, casi la mitad.

  • Aprueban recomendaciones para equipos de salud sobre acompañamiento a internados con coronavirus

    El Gobierno bonaerense aprobó un documento con recomendaciones para todos los equipos de salud sobre el acompañamientos a personas internadas con coronavirus y a sus familiares. 

    Lo hizo a través de la Resolución 1436 del Ministerio de Salud publicada en el Boletín Oficial del distrito, donde se propone una serie de herramientas para equipos médicos “enfatizando la importancia de la función de acompañamiento por parte del Estado”. Allí se aconseja a los equipos que medien en el contacto entre la persona aislada y sus seres queridos, y faciliten el acceso a medios tecnológicos para la comunicación, entre otros ítems.

    El documento destaca la necesidad de “humanizar y contemplar la dimensión subjetiva y singular donde están en juego la salud y la vida”. El objetivo es contribuir a que los equipos sanitarios “puedan brindar apoyos a quienes atraviesan situaciones de profundo dolor y respetar las medidas de cuidado”.

    Cuando la gravedad de los síntomas de coronavirus obligan a la internación o a la derivación en terapia intensiva del paciente, “se profundiza el impacto de la separación del paciente respecto de sus seres queridos” y el equipo de salud “se constituye en el único nexo entre la persona y su familia”.

    La cartera sanitaria propuso facilitar el acceso del paciente internado por Covid-19 a un celular u otro dispositivo tecnológico que posibilite el contacto con sus seres queridos, y construir equipos interdisciplinarios para el acompañamiento integral de los pacientes y sus familiares. También brindarles información clara y regular sobre el estado integral de su salud, tratamiento y pronóstico; y ofrecer la posibilidad de que el equipo de salud mediatice el contacto entre la persona internada y sus seres queridos.

    Por último, el documento contempla que en las circunstancias en las que la capacidad hospitalaria lo permita, se facilite el acompañamiento presencial de un familiar, allegado o cuidador, lo que se torna aún más necesario “en los casos de padecimientos severos en salud mental y personas con discapacidad”. En el caso de niños y adolescentes está indicada la internación con un referente afectivo como cuidador, que deberá comprometerse a utilizar las medidas de protección y a permanecer todo el tiempo en la habitación.

  • Reinfección por coronavirus: pocos casos que aún no confirman la pérdida de inmunidad

    Dentro de los 24 millones de contagios en el planeta, existen tres casos de reinfección por coronavirus. Se trata de los tres primeros casos detectados de personas que, tras ser infectadas por el SARS-CoV-2, habrían vuelto a dar positivo pocos meses después pero a una cepa diferente del virus.

    Los casos de reinfección descritos pueden ser “la excepción que confirme la regla” en una pandemia de estas dimensiones y, por ahora, no demuestran que se haya perdido la inmunidad, según la doctora Carmen Cámara, secretaria de la Sociedad Española de Inmunología (SEI).

    El de Hong Kong, es el de un hombre de 33 años asintomático, el de Bélgica se trata de una mujer con síntomas leves que no ha requerido hospitalización, mientras que el de Holanda es un anciano con el sistema inmune deteriorado y del que no se ha informado acerca de sus síntomas.

    Se trata de los tres primeros casos detectados de personas que, tras ser infectadas por el SARS-CoV-2, habrían vuelto a dar positivo pocos meses después pero a una cepa diferente del virus, por lo que se considera reinfección y no recaída. Por este motivo, los especialistas indican la importancia de distinguir entre reinfección por coronavirus y nueva enfermedad. 

    Según la inmunóloga, es posible que una persona se vuelva a contagiar con el coronavirus, que dé positivo pero no desarrolle la enfermedad, aunque pueda contagiar; si no la desarrolla “puede ser porque el sistema inmune ha funcionado, se sigue acordando del virus aunque sea una cepa diferente”, puntualiza.

    De momento, estas reinfecciones no demuestran que la inmensa mayoría haya perdido la inmunidad casi ocho meses después de haberse notificado los primeros casos de COVID-19 en China.

    Así, se podría poner de manifiesto que la inmunidad de memoria no es esterilizante, es decir, que no elimina al virus, al menos en todos los individuos, y que posiblemente las vacunas necesitan dosis de recuerdo a medio plazo.

    No obstante, los casos anteriormente mencionados no son de momento frecuentes, pero sí que ahondan en la gran heterogeneidad de la respuesta inmunitaria en los individuos.

    En opinión de Carmen Cámara, estos tres casos no van a cambiar el curso de las vacunas en desarrollo porque tampoco serán vacunas que nos proporcionan inmunidad permanente sino a corto plazo, como las de la gripe. ese sentido. De cualquier forma, la inmunidad que genera una enfermedad siempre es más potente que la que proporciona cualquier vacuna.