Etiqueta: Covid-19

  • La salud pública como camino hacia la salud universal

    La cobertura universal de salud se ha incluido en los nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenible adoptados por las Naciones Unidas. Al respecto opinó Enrique Pérez Gutiérrez, representante en Argentina de la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS).

    El desafío global impuesto por la pandemia de Covid 19 durante este año, requiere una nueva forma de ver la salud para realmente valorarla como derecho humano fundamental. La experiencia sin precedentes que vive el mundo entero la convierte también en una prioridad que debe comprometer a todos los sectores, en todo momento, y no solo en este tiempo tan crítico.

    Ante esta situación particular, el Día de la Salud Universal 2020 que se festejó el pasado 12 de Diciembre constituye una nueva oportunidad para seguir enfatizando sobre la importancia de asegurar que todas las personas, en todas partes, tengan acceso a servicios de salud de calidad, cuando y donde lo necesiten, sin exponerlos a dificultades económicas y con intervenciones que les permitan tener una vida sana para su desarrollo y bienestar humano.

    Para lograrlo, hoy más que nunca es fundamental sostener el compromiso con la salud pública de calidad. Por tal motivo, la Organización Panamericana de la Salud/ Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) ha estado trabajando junto a los países miembros en actualizar y adecuar las funciones esenciales de salud pública (FESP) a las nuevas demandas de este tiempo. Dichas funciones son un conjunto de acciones y capacidades destinadas a proteger y mejorar la salud de toda la población. Surgieron del consenso de los países de la región de las Américas en el año 2000, a partir de una iniciativa que los convocó en torno a la construcción de un concepto común de salud pública, sus funciones básicas y un método para evaluarlas y fortalecerlas. Con posterioridad muchos países actualizaron las mediciones a nivel nacional o territorial, incluyendo a la Argentina entre ellos.

    Estas estrategias han tenido gran relevancia frente a las reformas sectoriales que, hacia fines del siglo veinte, redujeron el rol rector en salud de los estados. Dichos procesos de transformación se caracterizaron por limitarse a la expansión de mecanismos de aseguramiento y financiamiento de los servicios de salud, consecuentemente, debilitando las funciones de salud pública.

    En estos últimos 20 años las funciones esenciales de salud pública han sido un componente fundamental de la agenda regional para apoyar el fortalecimiento de la capacidad de los estados en tres áreas: la mejora de la práctica de la salud pública con foco en la atención primaria; el desarrollo de las capacidades en infraestructura en salud pública, y; el fortalecimiento del rol rector de la autoridad sanitaria nacional.

    Después de dos décadas de esta línea de trabajo, nuevas condiciones económicas, sociales, políticas y epidemiológicas justifican la necesidad de actualizar algunas dimensiones conceptuales del abordaje de las FESP, como así también su aplicación metodológica y práctica. Todo este esfuerzo regional se está plasmando en una serie de lineamientos que recuperan, reconceptualizan y fortalecen su implementación, considerando las nuevas condiciones de salud de la población y sus determinantes sociales.

    Reforzar y renovar estas funciones esenciales de salud pública de cara a los nuevos desafíos es una forma de avanzar hacia el fortalecimiento de los sistemas de salud que propicien el acceso universal, oportuno y efectivo de la población. Porque hoy, más que nunca, se nos impone proteger la salud de todas las personas sin ningún tipo de distinción. Solo así será posible un futuro más seguro, solidario, saludable y accesible.

  • Donación de Sangre: la importancia de un acto que dura 15 minutos y ayuda a salvar 4 vidas

    Las transfusiones de sangre y los productos sanguíneos ayudan a salvar a millones de personas cada año, aumentando la esperanza y la calidad de vida de los pacientes con enfermedades potencialmente mortales, y permitiendo también la implementación de procedimientos médicos y quirúrgicos complejos.

    Puntualmente, en la Argentina se necesitan más de 4 mil transfusiones por día, ya que los componentes sanguíneos son requeridos en múltiples situaciones, como accidentes, operaciones, trasplante de órganos, tratamientos oncológicos y pacientes con quemaduras graves, entre otros; por lo que se trata de un recurso altamente valioso y que representa un gesto invaluable.

    En este sentido, en conmemoración de la primera transfusión de sangre realizada en el país, el 9 de noviembre de 1914 en el Instituto Modelo del Hospital Rawson de la Capital Federal, por el Dr. Luis Agote, se estableció en el año 2004, esa fecha, como el Día Nacional del Donante Voluntario de Sangre.

    La importancia de la donación radica en que no existe ningún producto capaz de sustituir completamente a la sangre humana, por lo que la donación voluntaria constituye un pilar fundamental para poder garantizar una provisión de sangre de calidad asegurada y en cantidad suficiente para satisfacer las necesidades terapéuticas de todos los pacientes.

    Hay personas que donan sangre habitualmente y lo hacen hasta dos veces por año. Esas personas son ideales como donantes, ya que están permanentemente controladas con estudios médicos y tienen conciencia que -si estuvieron en una situación de riesgo, como una relación sexual sin protección o el uso de drogas- no deben acercarse a donar, porque lo hacen para la comunidad. Esa es la idea que se maneja en todo el mundo: no donar para una persona en particular, por ejemplo un familiar, sino donar para la comunidad y que ésta responda cuando esa persona lo necesite.

    Lo cierto es que en el marco del contexto actual de la pandemia, una de las tantas consecuencias indeseadas del COVID-19 fue la caída de la donación de sangre. La donación es fundamental porque los centros de salud continúan atendiendo pacientes con diferentes patologías, enfermedades oncológicas, cirugías complejas o heridos en accidentes de tránsito y necesitan de manera urgente algo que sólo se obtiene gracias a la solidaridad de las personas. Si se continúa con esta situación de desabastecimiento, a la brevedad se agotará el stock de sangre de los bancos.

    En total, una donación de sangre tarda aproximadamente 15 minutos y permite ayudar a salvar hasta cuatro vidas

    ¿Cuáles son los requisitos para donar sangre?

    – Edad: 16 a 65 años

    – Concurrir con DNI

    – No es necesario estar en ayunas (evitar grasas y lácteos)

    – Estar en buen estado de salud

    – Descansar bien previamente

    – Pesar más de 50 kg

    – Si es mujer, no estar embarazada ni dentro de las 8 semanas posteriores

    – Tatuajes y piercings deben tener más de seis meses de realizados para donar en nuestra institución

    Mitos y verdades sobre la donación de sangre

     Es totalmente seguro

    – No hay riesgo de contraer ningún tipo de enfermedad

    – Podés donar a cualquier hora del día

    – Después de donar retomás tus actividades cotidianas normalmente

    – Se utiliza material descartable de un sólo uso

    – No necesitás estar en ayunas

    – Mejor comer algo sano sin grasas antes de donar

    – La extracción no duele nada

    – Es tu chequeo de rutina

    – Conviene tomar mucho líquido (sin alcohol) antes y después de donar

    – Todos los grupos sanguíneos son necesarios.

    – Los transplantes, cirugías o transfusiones, sólo se pueden hacer gracias a los donantes de sangre

    – El cuerpo repone casi de inmediato la sangre donada

  • La eficacia de la Sputnik V es superior al 95%, según otro análisis preliminar

    Este martes el Centro Gamaleya de Rusia y el Fondo de Inversión Directa de Rusia (RDIF) anunciaron que La eficacia de la vacuna Sputnik V es superior al 95% a los 21 días de la segunda dosis, en base a un segundo análisis intermedio del ensayo clínico de fase 3, en tanto que confirmaron que su valor será de menos de 10 dólares por dosis.

    La evaluación de la eficacia se llevó a cabo entre 18.794 voluntarios 28 días después de recibir la primera dosis (7 días después de la segunda dosis) de la vacuna o placebo sobre la base de 39 casos confirmados de coronavirus, de los cuales 31 se dieron en quienes habían recibido placebo y 8 en los inoculados con la vacuna.

    Como la relación entre el grupo placebo y el grupo vacunado es de 1 a 3, sobre esa cantidad de casos, la Sputnik V demuestra una eficacia del 91,4% siete días después de la segunda dosis.

    No obstante, “los datos preliminares sobre los voluntarios en el día 42 después de la primera dosis (equivalente a 21 días después de la segunda dosis), cuando ya han formado una respuesta inmune estable, indican que la tasa de eficacia de la vacuna está por encima del 95%”, informó el Centro Gamaleya en el comunicado.

    “Esta eficacia es el resultado del uso de dos adenovirus diferentes que se administra cada uno en una de las dosis, lo que aumenta la respuesta inmune“, explicó esta mañana en una conferencia de prensa con medios internacionales Denis Logunov, vicedirector del Gamaleya y quien está a cargo del equipo de desarrollo de la vacuna.

    En este sentido, añadió que “este análisis preliminar es el segundo que hacemos en base al protocolo que se había establecido, el siguiente será cuando se lleguen a los 78 casos de coronavirus; no obstante estimamos que el porcentaje de eficacia no bajará ni subirá demasiado”.

    Durante la conferencia virtual, Logunov señaló que “durante este tiempo no registramos efectos adversos graves, sí tuvimos algunos efectos como febrícula o dolor en el lugar de la inyección en un 30 y un 40% de los participantes”.

    Por su parte, Kirill Dmitriev, director general del Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF) -también presente en la conferencia-, confirmó que “el precio de la vacuna será inferior a 10 dólares por dosis, lo que implica menos de 20 dólares por esquema, una cifra que es casi la mitad de los precios anunciados por las otras vacunas que tuvieron indicadores similares en sus resultados preliminares de fase 3″.

    “No sólo queríamos hacer una vacuna eficaz, sino también nos propusimos hacer que sea accesible”, aseguró.

    Dmitriev ratificó, además, la elaboración de la vacuna en forma liofilizada (seca), que permite su almacenamiento a una temperatura de +2 a +8 grados Celsius, lo que facilita la distribución.

    “A diferencia de otras vacunas que necesitan condiciones como el ultrafrío para conservarse, la nuestra estará disponible en forma seca lo que será de gran utilidad para muchos países”, describió.

    En relación a la producción, el director del RDIF sostuvo que “ya hemos realizado la transferencia de tecnología a India, China y Corea”, e indicó que “próximamente se realizará a Brasil y otros países con los que garantizaremos la producción prevista”.

    Con respecto al momento en que llegarían las vacunas a los países que la solicitaron, Dmitriev detalló que “las dosis estarán disponibles en enero con los países con los que ya venimos cerrando los acuerdos y en marzo para el resto”.

    La vacuna rusa es una sobre las que están avanzadas las conversaciones del Gobierno argentino para su adquisición, al tiempo que también fue sellado ya un acuerdo con la farmacéutica AstraZeneca, y mantiene negociaciones negociaciones con Pfizer, Janssen y Sinopharm.

    Logunov indicó por su parte que “los resultados de estos primeros análisis de la fase 3 estarán listos en inglés para ser publicados en diciembre en una prestigiosa revista científica”. Los resultados de los ensayos clínicos de Fase I y Fase II fueron publicados el pasado 4 de septiembre en The Lancet.

    Hasta el 24 de noviembre, más de 22.000 voluntarios fueron vacunados con la primera dosis y más de 1.900 voluntarios con la primera y la segunda dosis de la vacuna en 29 centros médicos en Rusia como parte de los ensayos clínicos en curso que aspiran a llegar a 20 mil participantes.

    Actualmente, los ensayos clínicos de fase III están aprobados y están en curso en Bielorrusia, los Emiratos Árabes Unidos, Venezuela y otros países, así como la fase II-III en la India.

    La Sputnik V es una vacuna que utiliza una tecnología que se llama “vector viral no replicante”; los vectores son virus que no tienen capacidad de reproducirse en el organismo (y por tanto son inocuos) y se utilizan para transportar material genético del virus del que se quiere inmunizar.

    A diferencia de otras que utilizan esta tecnología, esta vacuna es la única que utiliza dos adenovirus (virus que causan gripe común) humanos como vectores, uno diferente en cada dosis que se dan intramuscularmente con diferencia de 21 días.

    “La seguridad de las vacunas basadas en adenovirus humanos se ha confirmado en más de 75 publicaciones internacionales y más de 250 ensayos clínicos realizados durante las últimas dos décadas, mientras que la historia del uso de adenovirus humanos en el desarrollo de vacunas comenzó en 1953”, describió el comunicado.

    Asimismo, señaló que “los vectores de adenovirus están modificados genéticamente para que no se puedan reproducir en el cuerpo humano. Cuando se usa la vacuna Sputnik V, el coronavirus en sí no ingresa al cuerpo, ya que la vacuna solo contiene información genética sobre parte de su capa de proteína externa (proteína 

    espiga). Esto elimina por completo la posibilidad de infectarse como resultado de la vacunación y, al mismo tiempo, provoca la respuesta inmune estable del cuerpo”.

  • Por qué es importante contar con un oxímetro de pulso en casa: la diferencia en algunos casos entre la vida y la muerte

    Ha sido demostrado que los pacientes con COVID-19 que no necesitan atención hospitalaria inmediata pero que tienen un alto riesgo de desarrollar síntomas graves deberían recibir oxímetros de pulso para que los usen en el hogar y así poder reducir el riesgo de deterioro grave.

    NHS England, el Servicio Nacional de Salud británico, ha comprado alrededor de 200.000 pulsioxímetros para el plan, al que podrán acceder los grupos clínicos de toda Inglaterra.

    La iniciativa se implementará en todo el país durante las próximas seis semanas y está dirigida por Matthew Inada-Kim, líder clínico nacional para el deterioro en NHS England y consultor en medicina general y aguda en Hampshire Hospitals NHS Foundation Trust.

    La entidad ha advertido desde el inicio de la pandemia que es necesaria una intervención médica si los niveles de saturación de oxígeno comienzan a caer. Pero durante la primera ola quedó claro que algunos pacientes desarrollaron hipoxia silenciosa, en la que se produjo desaturación, pero no mostraron síntomas obvios, como dificultad para respirar o sentirse muy mal. Estos pacientes tendían a requerir soporte respiratorio invasivo y tenían malos resultados.

    Nigel Watson, director ejecutivo de Wessex Local Medical Committees, que se espera sea una de las primeras áreas en implementar el esquema de monitoreo en el hogar, dijo que: “la evidencia ahora era bastante sólida de que si la saturación de oxígeno caía al 94% o 93% el riesgo de mortalidad aumentaba a alrededor del 13%, y si cayera por debajo de ese nivel, el riesgo crecía alrededor del 28%”.

    La idea es crear “salas virtuales de COVID” de pacientes en riesgo, como personas mayores de 65 años o menores de 65 con una condición crónica, y monitorear la saturación de oxígeno a través de pacientes que toman lecturas y las relacionan con sus equipos de salud. “Si comienza a disminuir y particularmente llega al 94%, entonces posiblemente se tomará alguna acción, que puede incluir que el paciente sea admitido en el hospital”, explicó Watson.

    “A medida que monitoreamos a más pacientes en la comunidad, sabremos cuál es el punto de inflexión para que ingresen al hospital, que probablemente sea antes de lo que podríamos hacer si no los estuviéramos monitoreando en absoluto -dijo-.

    Un oxímetro de pulso es un dispositivo pequeño que te lo puedes poner en el dedo cómodamente (la mayoría exige tener la uña hacia arriba) y en unos segundos se encienden unas luces con números que indican tu nivel de oxígeno en el cuerpo y tu ritmo cardíaco. La mayoría de la gente sana tendrá una lectura de oxígeno de entre el 95 y el 98 por ciento. Algunas personas con padecimientos existentes podrían tener una lectura normal más baja. Debes ponerte en contacto con tu doctor si el número baja del 92 por ciento o menos.

    El dispositivo también mostrará tu ritmo cardíaco. El ritmo cardíaco normal para un adulto en reposo oscila entre los 60 y los 100 latidos por minuto, aunque los atletas con un acondicionamiento cardiovascular mayor tendrán un pulso más bajo.

    Cuando metes el dedo en un oxímetro de pulso, emite diferentes longitudes de onda de luz a través de tu dedo (no se siente nada). Está en busca de hemoglobina, una molécula de proteína en la sangre que transporta el oxígeno. La hemoglobina absorbe diferentes cantidades y longitudes de onda de luz según el nivel de oxígeno que transporte. Tu oxímetro de pulso mostrará una lectura numérica: un porcentaje que indica el nivel de saturación de oxígeno en la sangre.

    El dispositivo funciona mejor con manos calientes que con manos frías. Además, debido a que los niveles de oxígeno pueden fluctuar, considera tomar mediciones varias veces al día. También pruébalo en distintas posiciones: por ejemplo, acostado o caminando.

    La mayoría de los técnicos de la salud colocarán el dispositivo en los dedos índices, pero un estudio con 37 voluntarios reveló que las lecturas más altas provienen del dedo medio de la mano dominante. El segundo más cercano fue el pulgar dominante. Por lo tanto, si eres diestro, usa el dedo medio de la mano derecha. Si eres zurdo, usa el dedo medio de la mano izquierda. La diferencia entre los dedos es pequeña, así que, si prefieres el dedo índice, está bien.

  • Dengue y Covid 19: semejanzas y diferencias de dos enfermedades de gran compromiso social

    El Gobierno nacional lanzó la campaña nacional para el abordaje integral del dengue, que contará como pilares estratégicos con medidas específicas y articuladas con las jurisdicciones para la prevención durante todo el año, la contención frente a los primeros casos y el control de los brotes. Al respecto y sobre las similitudes entre los síntomas del dengue y el Covid 19 opinó Osvaldo F. Teglia, profesor adjunto de la materia Enfermedades Infecciosas en la Facultad de Ciencias Biomédicas de la Universidad Austral.

    Al comienzo de la enfermedad, el dengue y Covid 19 se manifiestan de una forma similar. Debutan con fiebre y dolores musculares. En casos severos, el dengue puede causar hemorragias, y Covid 19 compromiso pulmonar de jerarquía. En las dos pueden presentarse fallas de múltiples órganos. Otro paralelismo es no poseer tratamiento específico y albergar esperanzas en una solución definitiva por intermedio de la vacunación universal. También les es común, que se esté solicitando un gran compromiso a la población para tratar de mitigar su propagación.

    La primera epidemia mundial de dengue data de 1780 y fue trascendental en su expansión el comercio a través de barcos a vela entre puertos tropicales, rol que ocuparon los aviones con el Covid 19.

    Las personas se infectan de Dengue a través de la picadura de mosquitos de la especie Aedes Aegypti hembra. Estas se reproducen depositando sus huevos en cualquier charco de agua limpia, que sirve al desarrollo de nuevos mosquitos. Las condiciones climáticas de temperaturas cálidas estivales explican la existencia de brotes y más casos durante esta estación. La naturaleza de ciertas ciudades latinoamericanas parece decisiva en la propagación del Dengue por el aumento de una urbanización desorganizada con áreas de saneamiento deficiente.

    Distinto al dengue, el nuevo coronavirus es altamente contagioso y se transmite por el aire. De una manera no tan eficaz a través de macrogotas expulsadas desde un enfermo al toser, estornudar y también por gotitas más pequeñas capaces de alcanzar distancias mayores y permanecer más tiempo en el aire, incluso hasta horas.

    Parece un desafío para el verano amalgamar recomendaciones ambientales que unifiquen el control de ambos microorganismos. La intensidad de las actividades al aire libre favorece la transmisión del dengue y a la población se le aconseja al respecto el uso de repelentes y se le indica que los ámbitos cerrados con mosquiteros o aire acondicionado son seguros.

    Dentro de las claves para el control de Covid 19 se encuentra el distanciamiento social, además de priorizarse la estancia al aire libre sin aglomeración de personas. Se debe tener especial cuidado con reuniones en el hogar, salones de fiestas, aconsejándose el uso de ventilación natural con ventanas abiertas; para traer así aire fresco y limpio exterior que disminuya las concentraciones contaminantes potenciales de SARS Cov 2. Prácticas éstas que parecen contrapuestas a aquellas destinadas al control del dengue.

    Si bien las dos enfermedades pueden afectar cualquier persona, la vulnerabilidad social parece contribuir con el dengue, así como la edad mayor a 60 años y ciertas enfermedades intercurrentes son factores de riesgo para Covid 19.

    La población debe tomar conciencia de que las conductas preventivas parecen ser la única barrera para asegurarnos poder mantenernos saludables frente a estas enfermedades, siendo indispensable la responsabilidad y participación activa. La salud es un bien de todos, y como tal debemos hacer el máximo esfuerzo como comunidad para preservarlo, debiendo tener presente que las acciones que llevamos adelante para prevenir el contagio, cumplen también la función social de no contagiar a nuestros semejantes.

  • COVID-19 y estado nutricional

    El estado nutricional de los pacientes presenta un papel fundamental en el desenlace de diferentes enfermedades infecciosas. Se sabe que el sistema inmunológico se ve muy afectado por la malnutrición, lo que conlleva una disminución de las respuestas inmunológicas y con ello, el consiguiente incremento del riesgo de infección y de la gravedad de la enfermedad. La composición corporal, especialmente una baja masa magra y una adiposidad alta, se ha vinculado de forma importante con el empeoramiento del pronóstico en muchas enfermedades.

    Un artículo publicado en Advances in Nutrition sobre la enfermedad del coronavirus, la COVID-2019 y el estado nutricional describe la evidencia sobre el impacto del estado nutricional en relación con las infecciones virales. Principalmente se expone el papel del estado nutricional y la COVID-19, desde el enfoque de la obesidad y la desnutrición (malnutrición por defecto). Por otra parte, se muestra la relación entre el envejecimiento, la nutrición y la COVID-19, dando especialmente importancia a su asociación con la sarcopenia. La sarcopenia es una enfermedad progresiva y generalizada del músculo esquelético, caracterizada por una disminución de la fuerza muscular, de la masa muscular y finalmente del rendimiento físico

    Las modificaciones en los hábitos alimenticios y en los factores relacionados con los estilos de vida, debido a la cuarentena y a el aislamiento social, puede conducir a un deterioro del estado nutricional. La obesidad y la comorbilidad relacionada están asociadas con alteraciones fisiológicas que predisponen a una mayor susceptibilidad a la infección, de la patogenicidad y de la transmisión por la COVID-19. Se recomienda que los profesionales sanitarios aconsejen a las personas mejorar su estilo de vida para disminuir los riesgos tanto de la actual como en las siguientes olas por la COVID-19.

    Los hábitos saludables son importantes no sólo para asegurar una respuesta inmunológica óptima, sino para prevenir y tratar la desnutrición, la obesidad y la comorbilidad relacionadas con la COVID-19. La población debe recibir un asesoramiento sobre el impacto del estado nutricional en los resultados relacionados con la COVID-19. La nutrición debe considerarse en las políticas de salud destinadas a disminuir el impacto de la COVID-19.

  • ¿De qué hablamos cuando hablamos de veganismo?

    Jacqueline Guzmán, vocera en Argentina de la ONG internacional Million Dollar Vegan indicó los beneficios de consumir alimentos de origen vegetal no solo para el ser humano, si no también para el medioambiente, además reducir el sufrimiento animal y en este contexto, erradicar el riesgo de nuevas pandemias.

    Es innegable que los animales tienen la capacidad de sufrir y de tener experiencias de vida positivas. Lo vemos a diario en los animales de compañía con los que vivimos. Sin embargo, cada año, 70 mil millones de animales terrestres y miles de millones de peces son asesinados para ser transformados en alimento. Desde un punto de vista ético, el veganismo aboga por su defensa y protección, además de su inclusión en una agenda política y cultural que los considere como sujetos de derecho.

    Sabemos que los animales son amontonados en ambientes oscuros y sucios. Pasan sus vidas encerrados, hacinados entre sí y con sus propios desechos. Son separados de sus crías, soportan ciclos mecánicos de inseminación, tortura y reproducción, muchas veces sin anestesia. Estos espacios son propicios para el surgimiento de enfermedades zoonóticas como el coronavirus, en donde la inmunidad debilitada por el estrés que sufren los animales al vivir en estas condiciones lleva a que los virus muten y pasen a los humanos.

    Cada paso de la producción de carne, leche y huevos es responsable del 14,5 por ciento de todas las emisiones de gases de efecto invernadero causadas por el humano. Los investigadores ambientales afirman que la mejor manera de minimizar nuestro impacto climático es la eliminación del consumo de productos de origen animal, junto con la reducción de nuestro uso de combustibles fósiles, como carbón y petróleo.

    Además, esta industria depende de otras industrias perjudiciales para las comunidades: monocultivos tóxicos de soja y maíz que avanzan sobre bosques y poblaciones originarias, incendiando y deforestando todo a su paso. En Latinoamérica, la industria ganadera destruye 2,71 millones de hectáreas de bosque tropical cada año.

    A diferencia de lo que se cree, el consumo de alimentos de origen animal está asociado a las principales causas de muerte por enfermedad cardíaca, accidente cerebrovascular, algunos tipos de cáncer y diabetes tipo 2, por lo cual una alimentación que incluya productos de origen vegetal garantiza un estilo de vida más sano. Existe suficiente alimento para criar a tantos animales, y aún así, el derecho al acceso a alimentos saludables y económicos no está garantizado a toda la población humana.

    Aprovechemos este día para repensar nuestros hábitos de consumo, cuestionar la explotación y el sufrimiento animal con el objetivo de adaptarnos a una forma de vida más amigable con otros seres con los que compartimos el planeta. Una forma de vida que considere el impacto medioambiental de la producción ganadera a nivel global en las comunidades y su rol protagónico en el cambio climático, que tenga en cuenta el riesgo de exponernos a nuevas pandemias, que reflexione sobre la salud de la humanidad y sobre la desigualdad en la distribución de los alimentos.

  • Cáncer de mama: alrededor de un 60% de nuevos casos no se diagnosticarían este año

    Como consecuencia de la pandemia, las cifra de nuevos casos de cáncer de mama que aún no fueron diagnosticados por no realizarse los controles genera una gran preocupación. Al respecto opinó el Dr. Juan Luis Uriburu, miembro de la Asociación Argentina de Cirugía, especialista en Mastología y jefe de Servicio de Mastología del Hospital Británico de Buenos Aires.

    En primer lugar hay que resaltar la importancia de un diagnóstico precoz para aumentar las posibilidades de curación. Esta enfermedad, detectada a tiempo, tiene cerca de un 95% de chances de recuperación, por lo que resulta vital la visita al mastólogo y la realización de los estudios de control. Pero ¿qué sucede en el contexto actual?.

    El cáncer de mama es un tumor maligno que se da más frecuentemente en las mujeres cerca de la menopausia, no obstante, en los últimos años se lo está detectando a edades más tempranas. Se origina por la reproducción descontrolada de células anormales en la mama y a pesar de que en algunos pocos casos se conocen ciertas causas genéticas y factores que lo provocan, en la mayoría de los casos, se desconoce su origen.

    Al principio de la pandemia se recomendó postergar todos los controles; en especial si se padecían otras enfermedades que pusieran en riesgo el contagio viral. Solo se continuó con la atención de pacientes recientemente diagnosticadas, que necesitaban intervención quirúrgica oncológica o control inmediato posterior.

    Con el tiempo se fue llevando a cabo una progresiva apertura para la atención de aquellos controles que inicialmente se habían postergado y como consecuencia aparecen datos que podrían llegar a ser preocupantes.

    Habiendo transcurrido 6 meses del inicio de dicho aislamiento, es notorio que se está atendiendo, diagnosticando y operando sólo entre el 40 y 50% de los casos. Lo que quiere decir que hay aproximadamente un 60% de casos nuevos de cáncer de mama que aún no han sido diagnosticados y, por ende, tampoco tratados. Como consecuencia de ello es posible que se diagnostiquen en una etapa algo más tardía, con probabilidad de necesitar tratamientos tal vez más agresivos y con disminución de oportunidades de curación.

    Es importante estar atentos a los signos de alerta como cualquier nódulo o bulto en las mamas, o alteración de su forma, cambios en la piel o pezón, o aparición de ganglios en las axilas. Las mujeres que presenten algún síntoma deben consultar inmediatamente, tengan la edad que tengan.

    Desde la Asociación Argentina de Cirugía se aconseja a las mujeres que no dejen de realizar la consulta presencial con el mastólogo y la realización de la mamografía y ecografía anual. Todo ello se realizará con los debidos recaudos que se implementan por protocolo en los centros de diagnóstico y tratamiento.

  • El ACV: cada minuto cuenta

    El Accidente Cerebrovascular (ACV), una patología que según la Organización Mundial de la Salud (OMS) representa la segunda causa de muerte y la primera de discapacidad entre los adultos a nivel global.

    El Dr. Maximo Zimerman, neurólogo y director médico de Centro CITES-INECO señaló “el accidente cerebrovascular (ACV) es una enfermedad catastrófica, en gran medida podemos evitar su aparición previniendo y controlando los factores de riesgo vasculares. Podemos mejorar los síntomas y disminuir su mortalidad si actuamos de manera rápida, oportuna y eficientemente. El ACV se recupera mediante un programa interdisciplinario, coordinado y estructurado de neurorrehabilitación”.

    El ACV se produce por una disminución brusca de flujo sanguíneo al cerebro. Esto se puede originar por una obstrucción de una de las arterias que llevan sangre al cerebro y ahí hablamos de ACV isquémico, o por una ruptura de un vaso con extravasación de sangre y ahí hablamos de ACV hemorrágico. El 80% de los ACV son isquémicos.

    El ACV es una emergencia y por lo tanto cada minuto que se pierde compromete el éxito del tratamiento. Este tratamiento únicamente puede implementarse en las primeras horas de ocurrido el ACV, mediante una medicación que permite disolver el trombo y/o mediante cateterismo.

    Actualmente y en el contexto de pandemia, existe “temor de contagio de Covid 19 ocasionando una significativa demora y disminución de las consultas de los pacientes en las guardias de los hospitales. Los pacientes consultan en la actualidad con cuadros evolucionados y con imposibilidad de brindarles un tratamiento oportuno” resalta el doctor.

    La World Stroke Organization demostró con una encuesta realizada en abril que estamos ante un fenómeno global y preocupante. Ya que se observo una disminución de aproximadamente un 40% de consultas de pacientes cursando un ACV agudo con respecto a igual periodo del año pasado.

    Sin dudas, la detección a tiempo y una pronta atención médica siguen siendo claves fundamentales para reducir de manera significativas secuelas neurológicas y la mortalidad por ACV.

    Existen tres signos principales del ACV que se observan a simple vista en el cuerpo; se debe prestar especial atención al habla, los brazos y en la sonrisa. Si la persona se expresa con dificultad o le cuesta articular su discurso, levanta ambos brazos hacia adelante y uno de ellos cae o sonríe de forma asimétrica, es fundamental llamar inmediatamente a una ambulancia.

    El ataque cerebrovascular se puede prevenir ya que el 80% de ellos están vinculados a factores de riesgo que pueden evitarse a través de conductas saludables. Entre ellos se destacan:

    • Presión arterial elevada

    • Diabetes

    • Sedentarismo

    • Obesidad

    • Arritmia cardiaca: Fibrilación auricular

    • Tabaquismo

    • Colesterol elevado

    • Dieta poco saludable

    • Uso de alcohol y drogas de abuso

    Una gran cantidad de pacientes consultan por las secuelas de un ACV que sufrieron hace años, con la convicción de que es demasiado tarde para observar una mejoría. Muchos refieren haber realizado rehabilitación pero que “hace años” no hacen nada, y temen haber llegado a una “meseta”. Sin embargo, un paciente con secuelas puede mejorar con un programa interdisciplinario y especialmente diseñado de neurorrehabilitación.

    La ciencia detrás de la neurorrehabilitación es la neuroplasticidad, y describe la facultad del sistema nervioso de cambiar su estructura y funcionamiento como reacción a las diversas situaciones y entrenamiento. Este potencial adaptativo permite al cerebro reponerse de lesiones adquiridas, como el caso del ACV, disminuyendo la discapacidad y las secuelas.

    Asimismo, es importante tener en cuenta que también los pacientes con secuelas subagudas y crónicas luego del ACV se vieron perjudicados por la pandemia. Estos pacientes se vieron comprometidos por la interrupción abrupta de los programas estructurados de rehabilitación neurológica. La tele-consulta y tele-rehabilitación instaurada por un equipo interdisciplinario es un elemento de utilidad que permitió en gran cantidad de nuestro pacientes continuar en contacto con el equipo tratante desde sus casas.

  • El uso excesivo de geles hidroalcohólicos puede provocar lesiones en la piel

    La Academia Española de Dermatología y Venereología advierte que el alcohol de los hidrogeles puede eliminar la barrera protectora de la piel y, así, favorecer la aparición de problemas dermatológicos. Por ello, se recomienda priorizar el lavado de manos con agua y jabón ante los geles hidroalcohólicos.

    Frente a la pandemia del COVID-19, las mascarillas y los geles hidroalcohólicos se han convertido en indispensable de la vida diaria de las personas.

    Estas normas, afirman los sanitarios, son totalmente necesarias para eludir contagios del virus. Sin embargo, bien por el abuso de hidrogeles o por una propensión genética a ciertos problemas dermatológicos, los expertos aseguran haber notado un aumento exponencial en casos de dermatitis en niños y alteraciones como el acné en adolescentes.

    Lo que estamos detectando en la consulta es que cada vez más padres preguntan por acné, dermatitis (también denominado eccema) u otras alteraciones cutáneas que están sufriendo sus hijos”, explica el doctor Raúl de Lucas, coordinador del Grupo de Dermatología de la Academia Española de Dermatología y Venereología.

    Hidratarse con alcohol: error

    Según advierte este médico, hay personas que, incluso, utilizan los geles hidroalcohólicos como cremas hidratantes y, precisamente, estos geles actúan de forma contraria.

    Como su propio nombre indica, contienen una base alcohólica que reseca la piel. Su uso descontrolado puede llegar a eliminar el manto lipídico de la piel (lubricante natural de la piel creada por el sebo de los poros y el sudor) y exponerla a lesiones inflamatorias“.

    Por esta razón, los dermatólogos recomiendan priorizar el lavado de manos con agua y jabón antes que usar un hidrogel.

    Además -añade el doctor- cuando se deba utilizar un gel hidroalcohólico, deberá ser sin perfumes, con el objetivo de minimizar el riesgo de reacciones de fotosensibilidad que se pueden dar con más facilidad con la presencia de algunos aromas y esencias“.

    Asimismo, el coordinador del Grupo de Dermatología Pediátrica recuerda que el uso de este tipo de compuestos alcohólicos o el constante lavado de manos demanda una mayor hidratación.

    Es crucial mantener una hidratación adecuada, sobre todo ahora que nos estamos lavando mucho más frecuentemente las manos”, previene.

    Si ya ha aparecido una lesión inflamatoria dermatológica, el doctor Raúl de Lucas recomienda aplicar tratamientos tópicos para que el eccema no se cronifique y evitar usar cremas hidratantes ya que aumenta la comezón de la piel.

    Sin maquillaje y cremas más ligeras

    El uso durante horas de la mascarilla también ha propiciado la aparición de problemas dermatológicos, como la rosácea, la urticaria (picazón) por presión o la dermatitis de contacto o por fricción, señalan los especialistas, pero el acné ha sido el protagonista de los últimos meses en consulta.

    Con la nariz y la boca tapadas, el vapor de la respiración queda atrapado entre la tela de la mascarilla y la cara. Esto acumula el vapor que se genera con la respiración y favorece un ambiente propicio para los gérmenes de la piel. Por esta razón se produce una inflamación de las glándulas sebáceas y el cierre de los poros.

    Ante estos problemas, los dermatólogos aconsejan evitar el uso de maquillaje, ya que genera más oclusión de los poros, además de lavarse la cara con agua templada y usar limpiadores suaves no jabonosos sin fragancias.

    Es fundamental mantener una correcta hidratación, para evitar lesiones cutáneas por fricción, así como adaptar el tipo de crema. Ahora que las pieles se vuelven más grasas debido a la oclusión que genera la mascarilla, hay que optar por cremas más ligeras”, apunta el Dr. De Luca.

    No obstante, si los problemas de la piel persisten, conviene recurrir al dermatólogo para realizar un diagnóstico adecuado, así como un tratamiento específico.