Etiqueta: Malnutrición

  • COVID-19 y estado nutricional

    El estado nutricional de los pacientes presenta un papel fundamental en el desenlace de diferentes enfermedades infecciosas. Se sabe que el sistema inmunológico se ve muy afectado por la malnutrición, lo que conlleva una disminución de las respuestas inmunológicas y con ello, el consiguiente incremento del riesgo de infección y de la gravedad de la enfermedad. La composición corporal, especialmente una baja masa magra y una adiposidad alta, se ha vinculado de forma importante con el empeoramiento del pronóstico en muchas enfermedades.

    Un artículo publicado en Advances in Nutrition sobre la enfermedad del coronavirus, la COVID-2019 y el estado nutricional describe la evidencia sobre el impacto del estado nutricional en relación con las infecciones virales. Principalmente se expone el papel del estado nutricional y la COVID-19, desde el enfoque de la obesidad y la desnutrición (malnutrición por defecto). Por otra parte, se muestra la relación entre el envejecimiento, la nutrición y la COVID-19, dando especialmente importancia a su asociación con la sarcopenia. La sarcopenia es una enfermedad progresiva y generalizada del músculo esquelético, caracterizada por una disminución de la fuerza muscular, de la masa muscular y finalmente del rendimiento físico

    Las modificaciones en los hábitos alimenticios y en los factores relacionados con los estilos de vida, debido a la cuarentena y a el aislamiento social, puede conducir a un deterioro del estado nutricional. La obesidad y la comorbilidad relacionada están asociadas con alteraciones fisiológicas que predisponen a una mayor susceptibilidad a la infección, de la patogenicidad y de la transmisión por la COVID-19. Se recomienda que los profesionales sanitarios aconsejen a las personas mejorar su estilo de vida para disminuir los riesgos tanto de la actual como en las siguientes olas por la COVID-19.

    Los hábitos saludables son importantes no sólo para asegurar una respuesta inmunológica óptima, sino para prevenir y tratar la desnutrición, la obesidad y la comorbilidad relacionadas con la COVID-19. La población debe recibir un asesoramiento sobre el impacto del estado nutricional en los resultados relacionados con la COVID-19. La nutrición debe considerarse en las políticas de salud destinadas a disminuir el impacto de la COVID-19.

  • Malnutrición y obesidad

    La malnutrición se percibe a menudo como una enfermedad que afecta principalmente a las personas que tienen un peso inferior al normal, mientras que se da por hecho que no es uno de los problemas de salud que afectan a la gente obesa que está sobrealimentada.

    Sin embargo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la malnutrición afecta más de cuatro veces más a los sujetos con sobrepeso u obesidad que a los tienen un peso por debajo del considerado normal.

    Un estudio reciente, dedicado a examinar la incidencia de la enfermedad coronaria aguda, se ha determinado no solo que la malnutrición es un importante factor de riesgo para desarrollar dicha enfermedad, sino que además alrededor de la mitad de los sujetos de estudio a los que se encontró malnutridos tenían sobrepeso u obesidad.

    Los doctores Andrew M. Freeman, de la División de Cardiología de NJH (National Jewish Health) en la ciudad estadounidense de Denver, y Monica Aggarwal, de la Universidad de Florida en la ciudad estadounidense de Gainesville, alertan de que no se presta suficiente atención al problema de la malnutrición entre los obesos. La malnutrición se define como la nutrición defectuosa debida a la ingestión inadecuada o desequilibrada de nutrientes. Por lo tanto, se puede llegar a la malnutrición comiendo menos de lo necesario, pero también comiendo en exceso.

    “La malnutrición es un problema de salud poco reconocido y poco tratado en pacientes con un índice de masa corporal elevado, ya que el aumento de la circunferencia abdominal se confunde con demasiada frecuencia con la sobrealimentación en vez de identificarse correctamente con la malnutrición”, explica el Dr. Freeman. “Es importante desterrar la idea de que el peso está correlacionado con la calidad de la alimentación y que los pacientes obesos no corren riesgo de malnutrición”.

    Es por eso importante que “las personas se sometan a evaluaciones nutricionales y que se les ofrezca asesoramiento y recursos a fin de asegurar que están tomando los nutrientes adecuados para alimentar adecuadamente su cuerpo”, subraya el Dr. Freeman. “Si no se trata, la malnutrición conduce a graves problemas de salud como la diabetes, la hipertensión y las enfermedades cardíacas”.