El veneno de la abeja mata las células agresivas del cáncer de mama

En una esperanzadora investigación, los científicos del Instituto de Investigación Médica Harry Perkins en Perth, Australia, y la Universidad de Australia Occidental, encontraron que la melitina y el veneno de abejas puede ser capaz de matar células del cáncer de mama en laboratorio, particularmente dos tipos de células que son muy difíciles de tratar, dejando ilesas a las células sanas.

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Durante muchos años, los seres humanos han utilizado la miel, el propóleo y el veneno de la abeja como medicamentos. Pero recientemente los científicos han descubierto que el veneno de la abeja con su componente activo, la melitina, son tóxicos para una amplia gama de tumores, incluidos los cánceres de melanoma, pulmón, ovario y páncreas, en pruebas de laboratorio.

La melitina es la molécula que crea la sensación dolorosa de la picadura de una abeja, compone casi la mitad del veneno de la abeja y su efecto hace que la picadura de este insecto sea tan dolorosa.   

Los investigadores han descubierto el efecto de la melitina y el veneno de abeja en una variedad de cánceres de mama, incluidos dos de los tipos más agresivos y difíciles de tratar, conocidos como el cáncer de mama triple negativo y cáncer de mama enriquecido con HER2, que se asocian con los peores resultados, ya que tienden a desarrollar resistencia a los tratamientos existentes.

Durante el estudio, también se demostró que el veneno de los abejorros, que no contiene melitina, no mata las células cancerosas, ni siquiera en altas concentraciones.

Sin embargo, la melitina puede matar células en menos de 1 hora perforando agujeros en su membrana externa. A los 20 minutos de la administración, también interrumpe el paso de mensajes químicos que las células necesitan para crecer y dividirse.

“Observamos cómo el veneno de abeja y la melitina afectan las vías de señalización del cáncer, los mensajes químicos que son fundamentales para el crecimiento y la reproducción de las células cancerosas, y descubrimos que muy rápidamente estas vías de señalización se cerraron. El veneno era extremadamente potente», dice la Dra. Ciara Duffy, quien dirigió la investigación. «Descubrimos que la melitina puede destruir por completo las membranas de las células cancerosas en 60 minutos», agregó. 

Los investigadores descubrieron que la melitina hace esto al prevenir la activación de receptores de factores de crecimiento en la membrana celular. Una de las razones por las que las células cancerosas enriquecidas con HER2 y algunos cánceres de mama triple negativos crecen de forma incontrolable es que tienen una gran cantidad de estos receptores. Al evitar que estas señales de crecimiento pasen, la melitina detiene la proliferación de las células.

El estudio también fue capaz de demostrar como se puede crear una terapia de combinación para combatir el cáncer. Debido a que la melitina crea agujeros en las membranas celulares, también puede permitir que los medicamentos de quimioterapia existentes penetren y destruyan las células cancerosas.

Para probar esta posibilidad, los investigadores trataron un modelo de ratón de cáncer de mama triple negativo con una combinación de melitina y un fármaco llamado docetaxel. Esto demostró ser más eficaz para reducir los tumores que el docetaxel o la melitina solos.

Los médicos podrían usar esta estrategia para aumentar la eficacia o reducir la dosis de los medicamentos de quimioterapia, reduciendo así los efectos secundarios dañinos.

Por último, los autores del estudio señalaron que el veneno de abeja es relativamente barato y fácil de obtener, por lo que se podría convertir en una buena opción para el tratamiento del cáncer en países con servicios de salud con pocos recursos.

Pero también resaltan que esta línea de investigación está en su infancia, y que por lo tanto aún no se han realizado ensayos clínicos en humanos para evaluar la seguridad y eficacia de la melitina para el tratamiento del cáncer de mama.

Aunque este estudio en particular no encontró evidencia de daño a las células no cancerosas, otros estudios sugieren lo contrario. Por lo tanto, es posible que los profesionales de la salud deban dirigir cuidadosamente la melitina a los tumores para evitar daños colaterales al tejido sano.