La pregunta que debes hacerte: ¿se puede entrenar todos los días?

El ejercicio físico es uno de los hábitos imprescindibles para todo el que pretenda adherisre a un estilo de vida saludable, pero conviene tener en cuenta qué le conviene al cuerpo en cada momento.

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Existe un abanico muy amplio de actividades y deportes que se pueden realizar. Pero en ocasiones puede surgir la duda razonbale de si es recomendable entrenar todos los días, sobre todo cuando nos referimos al entrenamiento de fuerza, y si implica algún tipo de riesgo. Por definición el ejercicio físico es uno de los hábitos imprescindibles para todo aquel que pretenda adherisre a un estilo de vida saludable, pero conviene tener en cuenta algunas cuestiones.

En este sentido, el entrenamiento de fuerza es fundamental porque ayuda a desarrollar y mantener la masa muscular. Pero además este tipo de entrenamiento fortalece también los huesos, algo que será muy útil sobre todo a determinadas edades cuando la osteoporosis sea algo más que una amenaza para nuestra salud y calidad de vida. Es, en definitiva, una vertiente de la actividad física que no hay que menospreciar aunque hay que tomárselo con calma. ¿Se puede entrenar todos los días? Sí, pero depende.

La realidad es que podrías estar toda la vida sin necesidad de parar ni un solo día siempre y cuando sepas organizar los entrenamientos. Ahora bien, si tú haces un entrenamiento muy intenso de fuerza con pesas para todos los grupos musculares del cuerpo, al día siguiente no vas a poder entrenar de la misma manera porque los músculos tienen que descansar y recuperarse. Pero sí que se podrían hacer actividades complementarias que no interfieran con lo realizado como caminar, montar en bicicleta o nadar. Así pues, es posible entrenar, entendido com ejercicio físico, todos los días, pero hay que saber cómo compaginarlo”, explica Sergio Peinado, licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte y entrenador personal.

Podemos movernos si lo hacemos bien. Lo que no se debe es hacer todos los días el mismo tipo de rutina con mucha intensidad, porque eso puede generar sobre entrenamiento que afectará a nuestro cuerpo”, concluye el entrenador personal.

En conclusión, podemos perfectamente ir al gimnasio o hacer sesiones de entrenamiento en casa y compaginarlas con otras actividaes como caminar, correr, nadar o montar en bicicleta. Y si además incorporamos pequeños cambios en nuestro estilo de vida -subir escaleras o pendientes, jugar con los niños (a su ritmo), cargar con la compra o las labores de limpieza en el hogar- estaremos añadiendo una buena cantidad de ejercicio a nuestros hábitos. Y todo suma.

Beneficios del ejercicio físico según la ciencia

  • Reduce el riesgo de sufrir diferentes enfermedades cardiovasculares e hipertensión arterial.
  • Reduce el riesgo de sufrir diabetes y algunos tipos de cáncer.
  • Mejorar la salud ósea y funcional, que previene problemas como la sarcopenia o la osteorporosis.
  • Mejora aspectos como el equilibrio, la coordinación o la movilidad.
  • Desarrolla la musculatura, mejora la fuerza y la condición física de base.
  • Ayuda a manetner el equilibrio calórico y un peso saludable.
  • Refuerza la salud mental, reduce el riesgo de sufrir depresión y ayuda a manejar el estrés.
  • Ayudar a conciliar el sueño, cuya mala calidad es también foco de enfermedades.

La Organización Mudial de la Salud recomienda completar al menos 150 minutos a la semana de actividad física de intensidad moderada, o al menos 75 minutos semanales de actividad física intensa, o una combinación equivalente entre actividad moderada e intensa. En cualquier caso en el fondo supone 30 minutos al día, y no todos. Obviamente, a mayor cantidad de tiempo mayores beneficios, pero lo importante es huir del sedentarismo.